Los editores asumen la gestión de la agencia bibliográfica
Cualquier libro destinado a la venta en cualquier lugar del mundo lleva un número que lo convierte en único: el ISBN (International Standard Book Number). La titularidad de ese código que facilita la identificación de autor, título, editor, traductor, fecha y ciudad de edición y número de páginas pertenece a una agencia internacional con sede en Londres. Hasta hoy, su gestión en España corría a cargo del Ministerio de Cultura; desde mañana estará en manos de la Federación del Gremio de Editores de España (FGEE).Para el director ejecutivo de dicha federación, Antonio María Ávila, la privatización supone una normalización: "El ISBN llegó a España en 1972 y, al contrario que en el resto de Europa, donde lo gestionan los editores, aquí lo asumió el Estado, la dictadura, por motivos de censura y control". Lo primero que notarán los usuarios del ISBN es, sencillamente, que vuelve a actualizarse. En septiembre, cuenta Ávila, expiró el contrato que Cultura había firmado con la empresa encargada de su funcionamiento.
Aunque a algunos socios de la federación les parecía un servicio "ejemplar" -para información sobre otros países terminaban recurriendo a Amazon-, Ávila insiste en que el ISBN nació con un objetivo comercial y no de "mera información bibliográfica". Según él, a partir de ahora, reflejará la realidad del comercio del libro en España. Frente a los 70.000 títulos al año que maneja la FGEE, el ISBN registra 20.000 más y frente a 270.000 títulos vivos, la agencia alcanzaba el millón y medio. ¿La razón? "Cualquier profesor registraba sus apuntes para hacer currículum". A partir de mañana el servicio dejará de ser gratis: "No será como en Alemania, donde cuesta 160 euros por título. Aquí a un editor que pida 200 registros le puede salir por unos pocos céntimos el título".
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