La fascinación por su figura se cuela en obras de Auster, Echenoz y Pynchon y en Megamind
Un genio. Un visionario. Un mago. Un loco. Un nuevo Prometeo. Incluso, para algunos, un habitante del planeta Venus arribado para iluminar -literalmente- la Tierra. Yes que Nikola Tesla, un serbio nacido en Smiljan, en la zona croata del antiguo imperio austrohúngaro en 1856, y fallecido ya como ciudadano estadounidense en Nueva York en 1943, fue capaz de alumbrar la época moderna, la era de la electricidad, con las ventajas de su corriente alterna. Pero también creó o puso la semilla de muchos inventos que han configurado el siglo XX, desde el radar y la robótica a la radio y los rayos X. Pese a lo cual, murió pobre, cuidando palomas heridas en habitaciones de hoteles que no pagaba.
Pero si su época no le reconoció, el tiempo lo ha convertido en un mito. En un nuevo héroe que si ya fascinaba a los creadores hace años - un protagonista de El Palacio de la Luna de Paul Auster se transforma tras conocer a Tesla, y David Bowie le daba vida en el filme El truco final-,hoy vive un momento álgido: Jean Echenoz le dedica su última novela, Des éclaires - donde inventa todo lo que será usado en siglos venideros-;es un personaje clave de Contraluz,de Thomas Pynchon, que publica Tusquets; en su figura se inspira el protagonista de Megamind,nuevo éxito de Disney; Jim Jarmusch le compone una ópera; y acaba de aparecer en España la biografía Nikola Tesla. El genio al que le robaron la luz (Turner), de Margaret Cheney. La frase "a Tesla le robaron" se ha visto hasta en la pizarra de House.excéntrico que hablaba de señales de otros planetas y de inventos alucinantes, pero no siempre fue así. Cheney dice en su biografía que era obsesivo - calculaba el volumen de cada plato antes de comérselo, necesitaba siempre 18 servilletas sobre la mesa y se alojaba en habitaciones cuyo número fuera divisible por tres-,pero también brillante y encantador. Era célibe, gran amigo de Mark Twain y frecuentador de la alta sociedad - la hija del banquero Morgan se enamoró de él-,pero también misántropo y a veces cruel, especialmente con los obesos. Un hombre entregado a la ciencia pero a la vez víctima de certeras premoniciones, como la muerte de su madre, Y, sobre todo, un genio oscurecido porque su multiplicidad de ideas y relativo interés por el dinero provocaba que fueran otros los que materializaran en patentes su talento.
De la radio a la robótica.
Y es que Tesla fue mucho más que el impulsor de la corriente alterna: sus múltiples descubrimientos e intuiciones fueron más allá del electromagnetismo. Algunos tan adelantados que quedaron en teorías. Desde la radio - Marconi utilizó numerosas patentes suyas y EE.UU. reconocería su paternidad después de fallecer-al radar, la robótica, el control remoto, los computadores - muchos científicos que han trabajado en ordenadores se han encontrado al registrar una patente con las otorgadas a Tesla, dice Cheney-,los rayos X, los velocímetros, centrales geotérmicas, aviones de despegue vertical, lámparas fluorescentes... por no hablar de sus ideas para armas teledirigidas, muros defensivos de energía e incluso el rayo de la muerte,un pulso electromagnético que derribaría aviones a kilómetros de distancia y que en manos de todos los gobiernos habría traído la paz mundial. Un rayo que muchos creyeron detrás de las miles de hectáreas arrasadas en 1908 en Siberia.
La batalla contra Edison.
Tesla podía haber acabado sus días como un archimillonario gracias a los ingresos por sus patentes sobre la corriente alterna. Pero había renunciado a ellos para que el empresario Westinghouse pudiera extender esa corriente por el país en dura pugna contra la corriente continua de Edison, que ofrecía menos ventajas pero ya había comenzado a implantarse. La batalla fue espectacular: como antes habían hecho contra el gas, los colaboradores de Edison iban por el país achicharrando perros y caballos para demostrar los peligros de la corriente de Tesla... convirtiéndose en precursores de la silla eléctrica. Pero la inquina había comenzado antes. Cuando Tesla llegó de Europa pidió trabajo a Edison, el cual le prometió 50.000 dólares si rediseñaba sus rudimentarios generadores. Cuando lo hizo y exigió el pago, Edison le dijo: "¡Qué poco ha aprendido del humor americano!". No es extraño que Tom McGrath, el director de la película de animación Megamind,cuente que se inspiró en estas batallas para sus personajes. "Edison era el héroe, el famoso, pero tenía un lado oscuro. Tesla fue el que hizo que todo sucediera, pero fue denigrado por Edison. Megamind tiene incluso un aspecto físico inspirado en Tesla y su guarida es una planta de energía". Al final, la corriente alterna se impondría y, como imaginó Tesla ya a los 12 años, él diseñó la primera planta hidroeléctrica para las cataratas del Niágara.
Telecomunicación global.
Pero Tesla no paró nunca. Sus ideas se agolpaban. Y sus fracasos en materializarlas serían muchos. El más amargo, dejar inconclusa por falta de fondos su enorme torre de Wardenclyffe, en Long Island, que le tenía que haber permitido contrastar sus ideas sobre la transmisión de telefonía, radio y energía globales sin cables a través de las capas altas de la atmósfera. Tesla imaginó, en 1900, un centro de radio mundial que ofrecería todos los servicios de los que disfrutamos hoy: redes de radioteléfonos conectados entre sí, boletines sobre la actividad bursátil, receptores de bolsillo, comunicaciones privadas o un servicio radiofónico de noticias. Lo llamaba el sistema mundial de transmisión de inteligencia y le pidió dinero al banquero Morgan. No le dijo inicialmente que soñaba en enviar también energía abundante para todo el mundo. Cuando se lo explicó, no le ayudó más. De hecho, la novela Contraluz,de Pynchon, imagina una conspiración de los millonarios de la época contra sus amenazas al orden energético existente.
¿Utopía?
Para su biógrafa, las aspiraciones de Tesla rayaban en lo utópico: un planeta sin hambre ni fatigas, donde todos pudieran comunicarse con sus semejantes y las condiciones meteorológicas fueran menos imprevisibles, con energía inagotable... Pero inasequible hasta el final, para Tesla lograrlo sólo era cuestión de tiempo: "El futuro pondrá las cosas en claro y a cada quien en su sitio según sus méritos. El presente les pertenece (a sus enemigos). El futuro, que es en realidad para lo que yo trabajo, será mío".
Una ópera sobre Tesla por Jim Jarmusch
No será la primera ópera sobre Tesla porque ya se realizó una en Australia hace siete años de la mano del compositor Constantine Koukias, Tesla-Lightning in his hand (Tesla, el relámpago en su mano), pero sin duda tendrá bastante más repercusión, aunque sólo sea porque es el director de cine Jim Jarmusch el que está al frente del nuevo proyecto.
Jarmusch ya jugaba con Tesla en algunos momentos de su película Coffee & Cigarettes,donde un prsonaje se quedaba embobado mirando una bobina de Tesla, un transformador de alto voltaje, y decía que sin el genio de origen serbio el mundo no sería ni sonaría igual. Pero ahora le va a dedicar una ópera entera cuyo estreno está previsto para otoño de 2013 y que crea junto al compositor Phil Klein.
Tesla,dice Jarmusch, será una ópera "sobre este hombre de increíbles dones del cuál entendemos poco, y de los años que pasó en el bajo Manhattan. El principal personaje de la pieza será su espíritu, su deseo de inventar y de hacer un mundo mejor. Su destino fue trágico, pero su espíritu fue heroico. Como en la ópera barroca, mezclaremos hombres y dioses, lo natural y sobrenatural. La producción será esencial y simbólica, enraizada en el sugestivo poder de la imagen y el sonido. Vívidas alucinaciones triunfarán sobre hechos aburridos. Porque la realidad es la de los sueños, memorias y mitos". Y el peculiar conjunto musical para esta ópera estará constituido por "un cuarteto de cuerda, cuatro guitarras eléctricas, teclado y un pequeño coro infantil. Y la puesta en escena utilizará la luz y la sombra", remarca el director.
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