La novela Los sinsabores del verdadero policía, de Bolaño, verá la luz en enero
Nuevas noticias desde el planeta Bolaño: un título tan rocambolesco y misterioso como Los sinsabores del verdadero policía viene a remover en sus asientos a la legión de incondicionales del escritor (Santiago de Chile, 1953-Barcelona, 2003). Se trata de una nueva novela que llegará a las librerías en enero y que, ahora mismo, recibe los útimos retoques en Anagrama, editorial que gestiona los títulos del escritor en español. Aún se cuadran detalles del contenido; la última palabra la tiene su esposa, Carolina, madre de los dos hijos del escritor.
Las cerca de 300 páginas del libro conforman una obra que su autor dejó inacabada en las carpetas de su ordenador al morir, y que se pueden seguir como el origen de 2666, su obra mayor. A través de estos escritos se trazan los perfiles de personajes como Von Archimboldi, el enigmático escritor alemán, o Amalfitano, pero también aparecen personajes de otras novelas del autor de Los detectives salvajes.
Los sinsabores del verdadero policía permite seguir toda su literatura a través de un juego de voces, aseguran los que han tenido acceso al texto. Los seguidores de Bolaño encontrarán en estas páginas temas recurrentes como el destino, el exilio, el amor o la literatura. Una parte, posiblemente el 50% del texto, se encontraba en el ordenador; el resto había sido pasado a máquina de escribir con correcciones del autor anotadas en los bordes. Roberto Bolaño empezó a publicar tan tarde y la muerte le alcanzó tan rápido que no llegó a ver editado 2666, publicado un año después de su fallecimiento.
Muchos de sus apuntes sobre sus obras fueron escritos a mano y luego guardados en carpetas o almacenados en el ordenador. Los sinsabores del verdadero policía, procedente de ese archivo, no es el primero ni será el último de sus inéditos. Hace unos meses, Anagrama recuperaba también El Tercer Reich, una novela inédita, escrita en 1989 y en la que el autor despliega algunos de sus temas recurrentes, como las extrañas formas del nazismo.
Jorge Herralde, que ayer participaba en las jornadas que sobre la obra de Bolaño tienen lugar esta semana en Casa de América de Madrid, aseguró que prefería no hacer demasiadas declaraciones hasta que la obra llegue a las librerías, aunque no eludió emitir un juicio que, a buen seguro, pondrá los dientes largos a los seguidores del escritor chileno: "La calidad de este nuevo libro es prodigiosa y sin lugar a dudas está a la altura de 2666". Junto al mercado en español, el libro se lanzará en inglés, francés, italiano y alemán. El contrato se cerró hace un año pero las negociaciones con Andrew Wylie (El Chacal), agente de Bolaño, de cara a su publicación en español han sido tensas y se han prolongado durante meses.
Nada que tenga que ver con este autor resulta sencillo, seguramente porque Bolaño nunca se preocupó demasiado de la intendencia que rodea la obra de un escritor. Era un tipo campechano que fumaba entre plato y plato, capaz de reírse de sí mismo y de sacar partido, como buen novelista, a todo lo que se movía a su alrededor, como cuando presentó en Madrid Los detectives salvajes y cayó rendido ante el atractivo de Tita Cervera, sentada en la mesa de al lado del restaurante donde comía. Le encantaban los culebrones y los reality-show, y leía todo lo que publicaban los autores jóvenes. Salvo Los detectives salvajes y 2666, sus libros en España no han pasado de los 15.000 ejemplares.
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