Con una apuesta más local, la XXIII edición de la fiesta de las letras de la capital contará con 500 expositores, 120 mil títulos y más de 700 actividades. Doce días de plumas y buenas letras
Una gran librería de 18 mil metros cuadrados, con 120 mil títulos distintos, abrirá sus puertas el próximo miércoles 11 de agosto en Corferias. La XXIII edición de la Feria Internacional del Libro de Bogotá tiene todo listo para que autores, lectores, editores y el público en general celebren con un libro en sus manos la fiesta de las letras.
Este año no hay un país invitado, por eso el evento se ha tornado algo más local, pero, en su lugar, la Feria se ha convertido en la plataforma para la celebración del Bicentenario. "La Cámara Colombiana del Libro siempre había querido que Colombia fuera el país invitado de honor en la Feria, pero no habíamos tenido el pretexto para hacerlo, pero con el Bicentenario pensamos que era lo correcto y que era hora de resaltar en un solo sitio toda la celebración de los 200 años de Independencia", explica el presidente de la Cámara, Enrique González Villa.
Entre los invitados internacionales, menor en número a lo que estamos acostumbrados, se encuentran algunas apuestas de las editoriales, como el filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovetsky, famoso por sus apuestas teóricas en torno a la moda y el consumo, la polémica escritora Catherine Millet y el escritor de novelas históricas Javier Moro. También están invitados a los foros sobre el Libro Digital, tema transversal de la Feria, el presidente del Instituto para el Futuro del libro en Estados Unidos, Bon Stein, y la directora de contenido de la importante librería Barnes & Noble, Patricia Arancibia.
Aunque el mercado está algo resentido por la crisis con Venezuela, el país que más libros nacionales consumía, y aunque la industria del libro escolar no despega —a penas se venden siete millones de libros para una población estudiantil de 11 millones—, la industria editorial espera que 12 días sean suficientes para que se registren ventas iguales a las que se harían en dos meses de buenos resultados. "La Feria es, además de una muy importante plataforma de lanzamiento de novedades, una rueda de negocios y sin duda la posibilidad más segura que tienen los lectores de conocer y compartir con sus autores favoritos", añade González Villa.
El segmento de los libros de literatura, que parece sobrevivir con el repunte de una nueva generación de escritores locales, contará en la Feria con el lanzamiento de libros de los escritores Tomás González, Germán Castro Caycedo, Daniel Samper y Jorge Franco.
En materia internacional se encontrarán nuevos títulos de Alfredo Bryce Echenique, Gioconda Belli, El mapa del subconsciente, de Murakami, la versión de bolsillo y más barata del Libro del desasosiego, de Fernando Pessoa, Cuadernos secretos y dos novelas inéditas de Agatha Christie, la nueva novela del argentino Marcelo Birmajer, entre otros cientos de novedades. No habrá, sin embargo, otra categoría que le compita en ventas al libro religioso —que incluye obras oracionales, de espiritualidad y de religión—, un fenómeno que desde la Cámara del Libro se viene registrando con asombro.
Así, la Feria Internacional del Libro de Bogotá, que planea regresar el próximo año a sus fechas habituales en el mes de abril, espera incidir con sus más de 700 actividades y su amplia apuesta editorial en el poco alentador índice de lectura en Colombia, que está calculado en dos libros por año.
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