La escritora francesa Catherine Millet es una de las invitadas especiales a la Feria del Libro de Bogotá
Hace nueve años, Catherine Millet se sentó en palco de honor para recibir ovaciones y aplausos. Hace nueve años también ocupó la última fila para ser blanco de las críticas más severas y suscitar los comentarios más indignados. La vida sexual de Catherine M. fue un gran best seller alrededor del mundo y el primer libro literario publicado por esta francesa, conocida por ser la directora de una de las revistas más influyentes en el mundo del arte, Art Press, y quien confiesa habitar un cuerpo que no sabe nadar, ni conducir, de pies torpes pero que sabe follar y tener orgasmos múltiples.
Las discusiones se debatían entre si sus letras eran pornográficas o eran unas memorias sexuales de alguien que había tenido el coraje de desnudarse en todo el sentido de la palabra. Orgías, penetraciones, felaciones... Página tras página, Millet registraba sus aventuras con hombres y con mujeres, conocidos y desconocidos, a pesar de que sostenía una relación con el escritor Jacques Henric. Celos, la otra vida de Catherine M. se presenta como una prolongación de sus crudas revelaciones anteriores y nace de un pequeño descubrimiento: unas líneas, unas fotos que delatan las caricias, las fantasías y las relaciones de su esposo al lado de otras mujeres. La heroína, la mujer que creyó en la omnipotencia de su cuerpo, la del placer sin límites que descubrió las posibilidades del deseo, la nómada sexual, la mujer que se levanta de una condición ordinaria poseída por un superego social y moral, ahora es una mujer como todas las demás, que comparte el veneno corrosivo de los celos. Éstos desencadenarán una novela épica interior, un recorrido policiaco y detectivesco por la pesadilla de ansiedad que genera la traición. En comparación con su otro libro, la autora se revela más humana, más vulnerable.
Millet escribe estas páginas mediante una mirada interior y orgánica que combina con el análisis del ensayo como un ejercicio de intelectualizar y de filosofar acerca de una pasión común como los celos. Desde París, antes de su llegada a Bogotá como invitada especial a la Feria del Libro, habló con El Espectador.
¿Por qué un lector debería leer 'Celos'?
La literatura está hecha para confrontar las experiencias. El lector se preguntará: ¿Podría yo en las mismas circunstancias actuar y reaccionar como el personaje de la novela o como la autora? Esto lo llevará a reflexionar sobre él mismo. Celos es el testimonio sincero de una mujer que experimentó una forma de los celos; los celos y las personas que los sienten lo leerán y se reconocerán o no lo harán, pero en la comparación aprenderán a conocerse mejor a sí mismos.
¿Por qué la necesidad de escribir estos libros? ¿Qué la alentó a hacerlo?
Creo profundamente en que la necesidad de escribir es independiente de lo que uno cuenta en sus libros. Al principio uno quiere escribir, eso es todo. Después, cuando uno se pone al trabajo, el deseo es tan fuerte que se vuelve una fuerza que nos sobrepasa y de la cual uno casi quisiera liberarse.
¿Cuál es la gran paradoja y el costo de la liberación sexual?
No hay ninguna paradoja, solamente una verdad banal: nunca hay una libertad total, porque la libertad nunca es algo adquirido, sino algo que siempre hay que adquirir. Es un proceso, no es un hecho. Y si usted no cree en Dios, no hay ningún precio a pagar, solamente hacer unos esfuerzos.
¿Es posible vivir una total libertad sexual sin dolor o es una utopía?
Primero habría que ser capaz de vivir la sexualidad sin dolor, sólo eso no es nada fácil. Con respecto a la utopía, tiene usted razón. Pertenezco a una generación que soñó con la libertad sexual, pero que se despertó de este sueño.
¿Cuál ha sido la influencia de sus libros sobre su vida sexual?
Humm… Me temo que por razones diversas no han frenado mi vida sexual.
¿Cuál es la función de la literatura en su vida?
En tanto que lectora y espectadora, algunos libros, algunas obras de arte me dan la ilusión de transfigurar mi propia vida.
¿Hay alguna particularidad en el hecho de ser francesa que le haya permitido escribir de la forma en que lo hizo?
Mi generación leyó mucho a Sade, a Genet y a Bataille. Y yo, leí mucho a Rousseau, Proust y Bernanos.
¿Cómo fue transformarse en un personaje literario? ¿Hay alguna disociación entre Catherine Millet y la de los libros?
Fue muy divertido, me emociona. Mientras que el lector se ocupa de Catherine M. e incluso, si quiere, de Catherine Millet, me quedo tranquila conmigo misma. Adoro esta "soledad paradójica".
En su libro anterior uno diría que usted es una mujer única que se eleva por encima de las demás y con la cual a veces es difícil identificarse. Con 'Celos', usted se vuelve una mujer como las demás…
¿Sabe? La única cosa que me vuelve realmente diferente de las demás es haber escrito lo que escribí, ya sea si es sobre la sexualidad o sobre los celos…
El sexo está presente en la publicidad, en la moda, en el arte. ¿Cómo el contacto con el sexo ha cambiado la sociedad actual?
Se habla en efecto de todo esto mucho más, con menos tabús, pero la única cosa que pienso que cambió nuestra sexualidad en la intimidad, ha sido la cámara de fotos digital, así como la videocámara.
¿Cuál fue la reacción de su marido cuando leyó el libro?
Siempre me alentó a escribir. Para Celos probablemente se dijo que después de este libro yo pararía de acosarlo con mis celos.
En su opinión, ¿cuáles son las implicaciones de una sociedad donde el espacio privado se mezcla con lo público? Uno podría decir que hay una tendencia a que la intimidad desaparezca… (Facebook, la literatura, los medios, etc.).
Uno cree conocer todo sobre el presidente de la República y sobre las escenas domésticas de tal pareja de celebridades. Uno tiene más de 1.000 amigos en Facebook, pero no sabe cómo se llama el vecino.
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