Ruego a los críticos que busquen otros baremos para denostar los éxitos de ventas
El empeño de Eduardo Lago en denostar la literatura de los bestseller me desconcierta. Habla de los bestseller con desprecio y afirma que no son literatura, pero no explica cuáles son los criterios por los que debe juzgarse lo que lo es y lo que no. Que sea necesario "educar" al lector para que aprenda a apreciar "la verdadera literatura" me parece pedante. Por supuesto que Anna Karénina es una de las grandes novelas de amor, pero lo único que se puede hacer es aconsejar su lectura para que la gente decida por sí misma. Y conozco a muchos a quienes Anna Karénina les parece insoportable. ¿Deben ser condenados al infierno de los malos lectores?Un bestseller es lo que es: un libro que vende mucho y su número de ejemplares no tiene por qué ser inversamente proporcional a su calidad. Lo que ocurre, en realidad, es que algunos libros, pocos, perduran en la memoria colectiva. La mayor parte del resto se va apagando con su generación. Hay novelas buenas y malas, con argumentos sólidos o predecibles, con fuerza o con simple sensiblería, con personajes bien construidos o de cañamazo endeble. Algunos cautivan y venden como rosquillas: por las razones que sean, unos estimulan la evasión mientras otros seducen por la fuerza de su drama. Da para todo este mundo editorial. Para todo menos para despreciar a los ignorantes que solo saben leer best seller. ¿No lo es la trilogía de Stieg Larsson? ¿Y la obra de John Le Carré? ¿Y Somerset Maugham? ¿Es literatura profunda y definitiva la de Dashiell Hammett? Y para éxito de ventas, Cien años de soledad; eso sí que es un bestseller.
Ruego a los críticos que busquen otros baremos para denostar los éxitos de ventas. Descartarlos como obra no literaria sin argumentarlo convincentemente se me antoja de una condescendencia sin límites. Están escritos, editados y se venden. Que escoja el lector.
FERNANDO SCHWARTZ
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