El 24 de junio 1935 el genio se convirtió en mito cuando un accidente de avión segó la vida de Gardel y las de otras 14 personas en la pista del aeropuerto Olaya Herrera de la capital antioqueña, una de las ciudades que formaban parte de la gira del cantante, en ese momento en el apogeo de su carrera
EL FESTIVAL presenta al público conciertos, conferencias, seminarios, talleres, proyecciones de filmes, obras de teatro, exposiciones y concursos de baile y canto.foto.fuente:Revista Ñ
Setenta y cinco años después de que Medellín viera morir a Carlos Gardel, la pasión por el tango renace hoy en las calles de esta ciudad colombiana con un festival que reúne a más de 400 artistas.
Gardel "nunca se ha ido" reza el lema del IV Festival Internacional de Tango Ciudad de Medellín, que desde hoy y hasta el domingo homenajea la figura de la voz principal de ese género musical, con canciones que soin ya clásicos, como "Volver".
Precisamente es en el aeródromo Olaya Herrera, que cuenta con un monumento dedicado al artista y cuya plaza de acceso a los viajeros lleva el nombre de Carlos Gardel, donde comenzará el festival con la inauguración de unas placas en honor al artista que dejó un legado de casi un millar de canciones y once películas.
"La música de Gardel es nostalgia. Uno la escucha con cuidado y es una voz que viene desde otro mundo, como un cuento. Es una voz con un timbre y un color únicos", reconoció el gerente del Salón Málaga, César Arteaga.
Este local del centro de Medellín es un reducto que mantiene vivo el espíritu de aquellos años de frenesí tanguista y al que aún acuden los amantes del melancólico bandoneón, presente en las notas añejas de una colección de más de 7.000 discos en formato original.
"Gardel está todos los días en las melodías del Salón. Con su muerte, Medellín convirtió a Gardel en un icono", dijo Arteaga.
El homenaje a Gardel se repite cada 24 de junio, pero en esta ocasión, con el 75 aniversario de su muerte, el Salón Málaga exhibirá una programación especial con espectáculos en vivo y una exposición fotográfica.
Y es que "su muerte nos dejó curiosamente un legado bien bonito, esa memoria de tener siempre vivo el tango", insistió el gerente del Salón Málaga.
La Casa-museo Gardeliana, en el barrio de Manrique, es otro punto de reencuentro con el cantante en Medellín, donde se ofrece el recorrido "Tras las huellas de Gardel", que parte del aeropuerto y visita diversas áreas de la ciudad impregnadas por la herencia del tango.
Su fundador, Leonardo Nieto, un argentino de 83 años y colombiano de adopción, es el propietario del Café Versalles, que desde 1961 es otro de los santuarios del tango.
"La idea es solidificar la memoria de Gardel, no solo porque fue en Medellín donde murió, sino porque durante estos años ha representado un género y porque así como aquellos amigos que lo conocieron ya no están, nosotros, sus admiradores, pronto partiremos también. Queremos que la memoria y el amor por esta música nunca se pierda", dijo Nieto en una entrevista publicada hoy por el diario El Tiempo.
Nieto recordó cómo influyó Gardel en su infancia, cuando "la fuerza de su voz, mezclada con el baile y la pasión que ponían mi madre y mis hermanas, era algo hermoso", y que ahora se repetirá durante tres días en múltiples actos, como la ofrenda floral que sus seguidores realizarán en el monumento de la Avenida Gardel.
En la Casa Museo Pedro Nel Gómez se ofrece otro recorrido por los lugares donde a diario se oye la voz del "Zorzal Criollo", bajo el título "Gardel: imaginarios de ciudad"; mientras que la Alianza Francesa ha organizado charlas con especialistas.
Con más de 400 participantes, el Festival presenta al público conciertos, conferencias, seminarios, talleres, proyecciones de filmes, obras de teatro, exposiciones y concursos de baile y canto, para rememorar por todo lo alto una figura que se quedó por siempre clavada en el alma y el imaginario de Medellín.
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