Pocos saben que el primer libro impreso en el mundo con tipos móviles metálicos procede de Corea y es ochenta años anterior a la Biblia de Gutenberg.
En julio de 377, los religiosos Seokcan y Daldam utilizaron tipos móviles metálicos para imprimir el Jikji, un trabajo de su maestro, el monje coreano Beagun Hawsang, que en 1372 recopiló en dos volúmenes las enseñanzas esenciales del “Seon”. Este trabajo, que luego dio lugar al llamado budismo zen en Japón, es el ejemplo más antiguo de un libro producido con tipos metálicos móviles y en 2001 fue inscrito en el Registro Memoria del Mundo con el nombre de “Buljo jikji simche yojeol (vol. II).”
El volumen que ha subsistido, conservado en la Biblioteca Nacional de Francia, contiene sólo 38 páginas, en tanto que una versión completa de los 307 capítulos de la “Antología de las enseñanzas de los grandes sacerdotes zen” se conserva en una impresión hecha con tipo de madera en la Biblioteca Nacional de Corea.
Esta obra religiosa, impresa en el antiguo templo Heungdeok-sa de la ciudad de Cheongju con fondos donados por la sacerdotisa Myodeok, es casi ochenta años anterior a la Biblia de Gutenberg, el primer libro impreso en Europa utilizando los tipos móviles, una tecnología que perduró prácticamente intacta durante 350 años. En Europa, el descubrimiento de esta tecnología desencadenó toda una serie de cambios sociales y culturales, incluyendo la Reforma. En Corea existen indicios que permiten afirmar que esta técnica se utilizaba desde antes de 1377, aunque el trabajo de los impresores se ha perdido.
El manuscrito Jikji permaneció en la colección de Collin de Plancy, encargado de negocios de la embajada de Francia en Seúl, hasta 1887. Vendido en una subasta en París en 1911, fue adquirido por el coleccionista Henri Véver, que, a su muerte en 1950, se lo donó a la Biblioteca Nacional de Francia, donde se conserva hoy.
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