22.3.10

Saviano:"Sé que la lucha me permite existir"

ENTREVISTA
El escritor italiano, símbolo mundial del movimiento contra las redes mafiosas, publica su segundo libro, La bellezza e l'inferno

Saviano-piensa en instalarse fuera de Italia / Roser Vilallonga.fOTO;fUENTE:Lavanguardia.es

"Roberto Saviano, autor de Gomorra y símbolo mundial de la lucha contra las mafias, acaba de publicar en España su segundo libro, La bellezza e l'inferno –en castellano (Debate) y catalán (Empúries)– un compendio de sus artículos. Ayer conversó con este diario sobre su vida y su visión de Italia y del mundo.
Usted es muy joven, sólo tiene 30 años. ¿Cómo se ve dentro de diez, veinte años?
Pienso continuar escribiendo, obviamente no sólo de criminalidad, porque me siento un escritor, no un criminólogo. Sobre todo me imagino libre. La idea de estar siempre bajo protección me asusta bastante. Pero rara vez pienso en mi futuro. Cuando lo hago me imagino libre.

Su responsabilidad es muy grande como conciencia crítica de este país.
Sí, eso lo noto. Me doy cuenta de haberme convertido en un símbolo. Por eso tengo que sopesar bien cada palabra. Es como si me sintiera representante de una parte de la sociedad civil italiana, de una gran parte transversal, de derecha y de izquierda, de quienes quieren dar la batalla por la legalidad. Y eso es muy difícil. Siempre he intentado demostrar que la batalla contra las mafias no es ni de derechas ni de izquierdas. Mantener este papel unitario no es fácil.

"Ninguno escoge su destino", escribe en su libro.
Sí. Pero añadiría que se puede decidir cómo estar dentro (de ese destino). Y yo lo estoy decidiendo. No me he escapado. De vez en cuando voy al extranjero. A menudo pienso en organizarme una vida en el extranjero, simplemente para tener menos presión. La seguridad es muy dura aquí en Italia. Pero continúo escribiendo, continúo denunciando, contando. Hasta ahora creo no haber dado ningún paso atrás.

¿Así que piensa dejar Italia?
Tal vez sí, no excluyo hacerlo. Si eso significa libertad, lo haré.

¿No tiene miedo de la sobreexposición mediática?
Tengo miedo de cansar o de devenir demasiado mediático. Pero eso es también mi fuerza. Mi verdadera escolta es esta (y señala la grabadora del periodista). En este momento esta grabadora es comoun soldado más a mi lado, porque las organizaciones mafiosas no esperan otra cosa que el silencio, no esperan más que la sombra. E incluso me lo dicen. Un arrepentido de la Camorra me dijo esta frase: "La mayor fiesta y el mayor luto duran tres días. No te creas que en Italia algo pueda durar más". Así que, por un lado tengo miedo de que mi sobreexposición mediática me pueda hacer perder fuerza, pero estoy dispuesto a correr este riesgo. Porque sé que la lucha me permite existir.

En el último libro dice que el peor peligro que corre es la difamación, perder la credibilidad.
Es un peligro, porque las organizaciones (mafiosas) siempre lo han hecho. El periodista siciliano Pippo Fava fue asesinado y un día después le acusaron de paidófilo. Al cura Pepe Diana lo mataron. Un día después dijeron que escondía armas y que había tocado a una niña. Nada era verdad. Eso es la difamación, destruirte basándose en los lugares comunes, en el estómago de las personas. Quien denuncia a la mafia es muy odiado. A mí no me aman. Sólo pocos me aman. Soy muy odiado, envidiado y despreciado. La envidia nace no tanto de que yo sea un hombre de éxito, sino del hecho de que pueda haber roto la capa de indiferencia que había sobre este problema.

¿Cómo ve el mundo de hoy?
Pregunta complicada. Digamos que la crisis está modificando profundamente el desarrollo de los países. Yo el mundo lo estudio siempre bajo el prisma criminal. Y puedo decir que la crisis ha abierto las compuertas, literalmente, de los bancos y de los mercados a los capitales criminales. Por ejemplo, el mundo gira en torno a México, que se ha convertido en un país lleno de cocaína, lleno de violencia. Se ha convertido en el pulmón que bombea cocaína a Estados Unidos.

¿Qué piensa de Obama?
Que es una esperanza. Lo que me gusta es su capacidad de meter esperanza en su programa político aunque en la política cotidiana se vea obligado a veces a tomar decisiones que parecen contradictorias. El dolor de hoy será superado por el beneficio que este dolor dará. Como italiano me asombra que sus electores lo crean, porque le tienen confianza. Para los italianos, que desde hace cincuenta años han perdido totalmente la confianza en la política, resulta muy extraño el caso Obama.

¿Y Rusia?
Rusia es un infierno.

¿Putin?
Siempre he leído a través de los ojos de Anna Politkovskaya (la periodista asesinada). Así que lo he visto como un heredero de lo que fue el infierno comunista. Creo mucho en la frase que dicen los siberianos: "Si te comportas mal en la vida, renaces en Rusia".

¿La Unión Europea?
Débil, debilísima. Un país como Italia, que fue fundador de la UE, debería recibir de ella señales más fuertes. Porque Italia está poniendo en crisis los equilibrios de la UE.

¿Zapatero?
Su Gobierno ha tenido muchos méritos.Megusta mucho el ministro del Interior, Rubalcaba.Me ha gustado el coraje en la lucha de los derechos civiles, como el matrimonio gay. En mi opinión, con ETA tiene un planteamiento que debe ser revisado. Y sobre la criminalidad organizada están muy atrás. Lo que hacen no lo hacen mal. Y conocen bien el asunto. El problema es que los españoles no tienen la percepción de que son un país invadido. Si no, la política sería otra. Están todas las mafias: italianas, eslavas, chinas, sudamericanas. España es una especie de banquete enorme para todas las mafias del mundo.

Volvamos a Italia. Este sábado hay una gran manifestación del partido de Berlusconi.
El país está en una fase de enorme dificultad. Vive un momento de crisis profunda debido a la desconfianza hacia las instituciones, a los escándalos enormes, como el del senador Di Girolamo, elegido con los votos de la 'Ndrangheta (la mafia calabresa). Suficiente para provocar una crisis de gobierno. Pero no pasa nada.

¿Por qué no?
Porque aquí no hay confianza. Los electores de Berlusconi están convencidos de que la magistratura es un órgano político. En el otro lado (la izquierda) piensa que toda la mayoría de gobierno es mafiosa. No es así. Ni una cosa ni la otra. Hay muchos electores de centroderecha que son gente decente, pero no consideran votables al centro y la izquierda porque son frágiles y corruptos. Yo estoy convencido de que si el centroderecha y el centroizquierda no toman un nuevo camino, de alejarse del capital criminal, el país está acabado.

¿Las próximas elecciones regionales cambiarán algo?
Lo empeorarán todo. No quiero ser apocalíptico, pero ya veo lo que está sucediendo: candidatos manchados, las mafias que compran votos. En mi tierra se vende un voto por un teléfono móvil. Parece Sudamérica.

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