15.8.14

Libros que, como las vacaciones, no queremos que se acaben nunca

Los cinco libros que duran y duran ideales para desconectar (y llenar de arena) este mes
 
Jon Hamm lee en Hawaii  El Infierno de Dante./revistavanityfair.es
Por fin ha llegado el momento de hacer (o no) las maletas e irse quizá muy lejos (o quizá no tanto). Abarrotar piscinas, playas, chiringuitos, desconectar. ¿Acompañado? Oh, por supuesto, el lector no tiene otro remedio. El lector elige a su compañero de viaje mucho antes de elegir su destino, y casi siempre es un tipo voluminoso. ¿Por qué? La respuesta parece sencilla. Lo más probable es que sólo sea el deseo de que las vacaciones duren para siempre. O, al menos, que duren el tiempo suficiente (es decir, mucho) como para poder acabarnos el más largo de los libros que podamos imaginar. ¿Cuáles serían los candidatos a Libro Gigante de la Temporada y por lo tanto podrían ejercer como buenos (y deseables) compañeros de viaje?
1) EL LIBRO REVELACIÓN
El jilguero, de Donna Tartt (Lumen), novela con la que esta autora de culto ha ganado el Premio Pulitzer. El Jilguero es un redondo y brutal artefacto dickensiano que sumerge a Theo, un atormentado huérfano, en el lado más salvajemente oscuro del mundo del arte cuando un atentado terrorista en el museo Metropolitano de Nueva York termina con la vida de su madre. Lo que sucede después y cómo está contado es para muchos el mejor best seller de alta literatura.
2) El LABERÍNTICO
Para aquellos que prefieran los mastodónticos libros mutantes y nuevas experiencias tipográficas, nada mejor que dejarse acompañar por La casa de hojas de Mark Z. Danielewski, o lo que ocurrió cuando el pasillo de la casa de los Navidson empezó a crecer. Esta obra de culto en Estados Unidos juega con la tipografía y llega a “dibujar” personajes con las letras. Un entramado metanarrativo como un laberinto que no se debe perder.
3) EL “GRAN” LIBRO
Doblando la apuesta (en número de páginas) y como libro voluminoso por excelencia del verano figura el de memorias del intelectual ruso Ilià Erenburg, Gente, años, vida (Acantilado), un buen amigo de Vassili Grossman que apoyó, incondicionalmente, hasta las últimas consecuencias, al régimen soviético.
4) EXQUISITO
Contemporáneo de Erenburg fue Mijaíl Bulgákov, sólo que éste prefirió escribir sobre un Satán con aspecto de gentleman ruso que contar lo que le parecía la URSS. Eso es lo que hace en El maestro y Margarita (Nevsky Prospects), la novela que sirvió a Bulgákov para satirizar la época de Stalin. Es un clásico maravilloso que si todavía no ha leído tiene la oportunidad de encontrar ahora en la deliciosa edición de Nevsky Prospects con traducción de Marietta Chudakova.
5) MÁS QUE BIOGRÁFICA
Partiendo de Rusia y aterrizando en Barcelona, la Barcelona de los 70, la Barcelona en la que vivieron (y discutieron) Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, nos encontramos con Aquellos años del boom, de Xavi Ayén (RBA). El escritor acaba de ganar el Premio Gaziel por esta “biografía” colectiva del grupo de escritores latinoamericanos que revolucionaron la literatura española desde Barcelona, contada como una trepidante novela de aventuras (e idilios) entre escritores, agentes, editores y sus mundos.
Y para adelantarse al otoño...
Para quienes prefieran adelantarse al otoño y leer en la hamaca aquello que los demás quizá no tengan otro remedio que posponer hasta, quién sabe, el verano siguiente, he aquí cuatro títulos de los que se hablará en breve: The Blazing World, el regreso de Siri Hustvedt al mundo artístico de Nueva York; Worst. Person. Ever., o Douglas Coupland explorando el universo reality show; Mr. Mercedes, de Stephen King, una especie de Christine en el que el malvado no es el coche sino quien lo conduce, y la crisis según Hillary Clinton: Hard Choices.

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