El escritor colombiano, que pasó buena parte de su vida en México y murió en estas tierras, fue considerado un hombre-ámbito
Álvaro Mutis, creador de la saga poética y novelísitca de Maqroll el Gaviero./elespectador.com |
El escritor colombiano Álvaro Mutis (1923-2013), fallecido el pasado 22 de septiembre a los 90 años, recibió un homenaje luctuoso en la mexicana Feria de Guadalajara por su genial obra poética y por haber creado con "lucidez absoluta" al personaje de Maqroll el Gaviero en 1953.
El poeta y editor José María Espinasa, del Colegio de México (Colmex), recordó que en acto que "Maqroll es un Quijote en soledad, sin Sancho, sin molinos, sin yelmo, sin Mambrino, sin caballero de los Espejos, todo ello lucidez absoluta".
El acto, que llevó por título de "Marinero en tierra", evocando un poemario de Rafael Alberti, Espinasa dijo que la escritura de Mutis le había marcado profundamente".
"Me parecía (...) la poesía de un solitario que justamente con la cualidad única de su voz nos hace escuchar un acento nada gregario pero sí colectivo", agregó.
El escritor consideró que "la alegría que hay en Mutis es parte de la desconfianza que hay, no en los otros, sino en el escepticismo del mundo".
"La escritura de Mutis es de plenitud vital aun cuando el dolor lo atraviesa, incluso a veces parece, con una radicalidad extraña y poco frecuente, asumir que es el dolor lo que nos permite la alegría. ¿Cómo podría ser, si no, de otra forma?", añadió.
Por su parte, el escritor Alberto Ruy-Sánchez, director de la revista Artes de México, agradeció el homenaje por considerar que permitía evocar a "la persona entera, indisoluble e indisociable de su poesía", misma que le permitió obtener el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1997.
"Álvaro era un poeta en la presencia misma", "era un hombre generoso", "un gran lector" y "un enamorado y al mismo tiempo conocedor de las profundidades humanas", añadió Ruy-Sánchez.
Al escritor colombiano, que pasó buena parte de su vida en México y murió en tierras norteamericanas, le consideró un "hombre-ámbito".
"Hay personas que crean alrededor de ellos un espacio" en el que se tocan "lo sublime y lo terrible", que es "trascendente" y "trágica a la vez", señaló.
Por su parte, el secretario de la Academia Mexicana de la Lengua, Gonzalo Celorio, también se refirió a Maqroll, el marinero enigmático y mágico de Mutis, y sostuvo que era "uno de esos raros personajes que funge como alter ego del escritor".
"A veces Maqroll el Gaviero puede ser, como en el caso de Cervantes y el Quijote, más importante que el propio autor y su obra", puntualizó.
La profesora de literatura colombiana Piedad Bonnett dijo que el homenajeado, quien obtuvo el Premio Cervantes en 2001, era "en la poesía colombiana una de las figuras que realmente introduce la modernidad poética" después de José Asunción Silva y en el grupo creador de la revista "Mito".
La también poetisa, novelista y dramaturga consideró que con esa publicación y de la mano de Mutis nace la poesía contemporánea colombiana, quien contaba con "una voz muy particular porque (...) deriva del surrealismo latinoamericano que es uno muy distinto del europeo".
"Creo que no hay poeta colombiano que no tenga que agradecer a Mutis lo que nos ha dado", añadió Bonnett, quien le considera "un gran solitario y un hombre paradójico".
Jorge F. Hernández, autor de novelas y columnista de diario Milenio, agradeció la amistad que le brindó cuando él apenas empezaba a publicar cuentos a través de la prensa y por toda la complicidad que estableció con él.
"Yo lo admiro profundamente porque de ser poeta, que son los de a de veras, pasó a la novela" y fue en ese género un autor "extraordinario" y "capaz de hacer que el lector se vuelva también coautor de la trama de esa novela", agregó.
Por último, la poetisa y periodista Myriam Moscona destacó de las ficciones que creó Mutis la importancia que le dio a "la niñez, siempre como una cicatriz en su discurso".
"La infancia, igual que en (Marcel) Proust, es el disparador de imágenes y aun más: es un estado de su propia escritura".
Moscona recordó que tal confesión se la hizo el propio Mutis en 1976 al escritorGuillermo Sheridan en una entrevista: "Para mí la auténtica verdad, lo que llama (Marcel) Proust la vida, la verdadera vida, la verdaderamente vivida es esta, la de la infancia"
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