Hoy se cumplen 25 años de la muerte de Borges. Aquí y en todo el mundo se recordará al autor con maratones de lectura y la presentación de su único proyecto de novela
La gloria de un poeta depende, en suma, de la excitación o la apatía de las generaciones de hombres anónimos que la ponen a prueba en la soledad de sus bibliotecas
Jorge Luis Borges
A Borges no le hubiera gustado pensarse como un escritor canónico, si eso implicase la aceptación de un lugar estático: nada menos vivo que un autor destinado a la parálisis de los anaqueles, nada más parecido a la muerte o al olvido. "No importa el mérito esencial de las obras canonizadas, importan la nobleza y el número de los problemas que suscitan", pensaba. Si su obra, como sucede, goza de plena vigencia y él es considerado un clásico de las letras argentinas y un imprescindible en cualquier idioma, es, ante todo, porque sigue motivando el disfrute y el debate y porque su relectura es siempre un redescubrimiento.
Amado, a menudo discutido -por sus declaraciones, antes que por la grandeza de su obra, que ya nadie cuestiona-, Borges es un escritor definitivo, al que siempre se vuelve. Murió hace un cuarto de siglo con conciencia de haberle dado forma a una obra sin precedentes y la esperanza de que la posteridad le concediera la gloria de ser recordado por sus mejores textos.
Nacido en Buenos Aires en 1899, en el seno de una familia patricia, Borges sentía una vaga culpa por no haber continuado la carrera militar de sus ancestros. Se refugió desde muy chico en la lectura y en la escritura. "Es más lo que he leído que lo que me ha pasado -reconocía-. Pero claro que una de las cosas más importantes que pueden pasarle a un hombre es el haber leído tal o cual página que lo ha conmovido, una experiencia muy intensa, no menos intensa que otras." Murió de a poco y en silencio, con discreción, como seguramente hubiera elegido, la mañana del sábado 14 de junio de 1986, a las 7.47, en Ginebra, la ciudad en que había pasado buena parte de su adolescencia y juventud. En el siglo XXI, sus libros se leen, reeditan, analizan y estudian en el mundo entero.
En la Argentina, los homenajes comenzaron ya durante la Feria del Libro, en la que Alejandro Vaccaro, Roberto Alifano, Ernesto Fernández Núñez y Horacio González se refirieron a diversos temas de Borges y su obra. María Kodama presentó el libro de Rodrigo Quian Quiroga Borges y la memoria y Fernando Sorrentino, El forajido sentimental. Incursiones por los escritos de Jorge Luis Borges .
En España, Carmen Caffarel, directora del Instituto Cervantes, adelantó que esa institución realizará una docena de actividades en 44 países en homenaje a Borges. En junio se concretarán maratones de lectura a cargo de reconocidos narradores. Además, se proyectará por primera vez en ese país la película Invasión , de Hugo Santiago, con guión del propio Borges y Adolfo Bioy Casares.
En el Centro de Arte Moderno de Madrid se presentará una exposición itinerante que visitará distintas ciudades. La muestra incluye desde cuatro monedas emitidas por la Argentina en honor del autor de Ficciones hasta revistas literarias, postales, cartas, discos y cintas que él grabó leyendo sus poemas, además de primeras ediciones de sus libros y pinturas de su hermana Norah. Se destaca en particular el original de Los Rivero , el único proyecto de novela que inició Borges. Hallado hace poco entre sus papeles, custodiados por la Universidad de Texas en Austin, fue publicado el año pasado por el Centro Editores y la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, y este año tendrá difusión hispanoamericana. Los Rivero es una reflexión sobre las fundaciones republicanas. "Es importantísimo este esbozo; Borges dijo muchas veces que no le gustaba la novela. Pienso que quizá responda al compromiso que éste había adquirido con su padre, a quien le había prometido corregir un libro que éste había hecho, El caudillo ", explicó su viuda, María Kodama.
La Fundación Internacional Jorge Luis Borges, que preside Kodama, presentó, por su parte, una exposición fotográfica que reúne 130 fotografías de viajes realizados por Borges y Kodama alrededor del mundo, así como textos escritos especialmente para el libro Atlas , que se publicó dos años antes de la muerte del escritor.
La muestra El Atlas de Borges se presentó recientemente en Quebec, Chicago, Madrid, Palma de Mallorca, París, Berlín y Fráncfort.
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