13.6.11

Cuando Dashiell Hammet creó la novela negra

Con El Halcón Maltés irrumpe el legendario antihéroe Sam Spade
Humphrey Bogart -en la foto con Lauren Bacall y Henry Fonda- interpretó magistralmente en el cine a Sam Spade.foto.fuente:qliteratura.com

La novela negra es un producto norteamericano. Su creador fue Dashiell Hammett con El halcón maltés, que, además, supone la aparición de un personaje legendario: el investigador Sam Spade, a cuya aureola mítica contribuyó no poco la interpretación que de él hizo Humphrey Bogart. El protagonista prototipo del noir es un ser atormentado y solitario, amante de los vicios y de dudosa moralidad. A su lado, como no, una femme fatale dispuesta a seducirlo… y a engañarlo.

La novela policíaca siguió, desde su creación por el norteamericano Edgar Allan Poe en la primera mitad del siglo XIX, un periplo curioso. De Estados Unidos pasó a Inglaterra, con figuras como Arthur Conan Doyle y su inolvidable Sherlock Holmes y, más tarde, con Ágatha Christie.

Pero, a continuación, vuelven a ser autores norteamericanos los que toman el relevo para crear la novela negra. Al igual que la policíaca, ésta se caracteriza por presentar un delito que será investigado y aclarado por un personaje. Pero también presenta diferencias.

Sería muy largo tratar de establecerlas todas. No obstante, simplificándolas mucho, podríamos decir que, mientras la narrativa meramente policíaca presenta detectives que desentrañan los casos mediante su inteligencia, a través de la deducción, en la negra el protagonista es un investigador solitario y duro que no duda en ejercer la violencia si es preciso, cobrando ésta un papel fundamental en la obra. Además, resulta casi obligatoria la aparición de una bella mujer que suele encandilar al héroe.

El creador de esta variante del género policíaco es Dashiell Hammett (Saint Mary, Maryland, 1894-1961). Escritor autodidacta –dejó la escuela a los trece años-, antes de dedicarse a la literatura había desempeñado todo tipo de trabajos pero uno de ellos sería fundamental para su carrera novelística. Y es que Hammett fue, durante un tiempo, detective de la mítica Agencia Pinkerton. Allí aprendió las técnicas investigadoras y muchos trucos que luego trasladaría a sus narraciones.


A pesar de ser la novela negra un género popular, la calidad literaria de las obras de Hammett es muy estimable, al igual que sucedería poco después con la otra gran figura de este tipo de narrativa, Raymond Chandler.

Tras dos obras iniciales ya excelentes, Cosecha roja y La maldición de los Dain, Hammett alcanzó la fama con su novela más popular y, probablemente, la mejor: El halcón maltés, publicada en 1930 y que supone, además, la creación de su investigador más logrado, Sam Spade, un personaje ya mítico, sobre todo desde que fuera interpretado por el no menos legendario Humphrey Bogart en el cine.

Spade es un detective solitario, con un carácter un tanto peculiar y que no duda en bordear los límites de la legalidad para resolver sus casos. En esta primera aparición, deberá desentrañar toda una serie de crímenes que se suceden en la ciudad de San Francisco a causa de una valiosa figura –el halcón maltés- que perteneció al Emperador Carlos V.

El protagonista, ayudado por una misteriosa joven de la que, hasta el final, no sabemos sus verdaderas intenciones, Spade debe afrontar todo tipo de peripecias para solucionar el caso.

En suma una muy buena novela que hoy –sin duda, ayudada por el cine- constituye probablemente el clásico por excelencia del género negro.

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