19.11.11

Una larga historia de dinero, política, literatura y amistad

Las cartas entre Balcells y los escritores reflejan por igual luces y sombras
Carmen Balcells, ante un retrato suyo de Gonzalo Goytisolo. foto: M Saénz.fuente:elpais.com

Cartas de desacuerdo, misivas de auxilio económico, confesiones, alegrías, pesadumbres... la correspondencia entre Carmen Balcells y escritores como Mario Benedetti, Ernesto Sábato, Augusto Roa Bastos, Jorge Edwards, José Donoso o Isabel Allende, incluida en el Archivo Balcells y a la que ha tenido acceso EL PAÍS, constituye una muestra más de su papel como guardiana de los dineros... y de los estados anímicos de los grandes literatos.

MARIO BENEDETTI "Quiero mantener mi libertad"

En 1973 la censura española prohíbe la publicación de Gracias por el fuego (1965), a pesar de que ya se había distribuido la edición uruguaya en tiradas cortas. Al uruguayo le sorprende: todavía no se había dado el golpe militar en su país y todavía dirigía el departamento de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Montevideo. "En nuestro medio sería inconcebible que la censura vetara un texto de ese tenor", sostiene. Círculo de Lectores le había ofrecido un anticipo de 65.000 pesetas por la obra.

Benedetti es uno de los pocos autores que no sucumbe a la oferta de Balcells. Desde Buenos Aires, ya en el exilio, le escribe el 19 de marzo de 1974: "Le agradezco mucho su ofrecimiento para una representación de toda mi obra en todas las lenguas, pero en esto soy bastante maniático y nunca he querido tomar un agente total. No se me escapa que es una mala decisión en lo económico, pero en este campo al menos, quiero mantener mi libertad".

JOSÉ DONOSO "Carmen, estoy muy pobre, más que nunca"

Los intercambios epistolares entre Donoso y Balcells son pura literatura, incluso cuando se ciñen a lo mercantil. Atrapado entre el talento y las necesidades económicas, Donoso confiesa a menudo sus angustias. "Estoy muy pobre, más que nunca. Espero el dinero de Buñuel. Te quiero pedir el favor de que no me cobres de golpe la deuda", le escribe a comienzos de 1972 desde Calaceite, el pueblo de Teruel donde se ha instalado junto a su esposa, Pilar, y donde recibe un día la visita de Luis Buñuel: "Pero es imposible hablar de nada con él, por sordo y por fregado.. Que si... que no... que el aguardiente y el marrasquino, y nada. Quedamos en las mismas".

Donoso escribe en 1972 Historia personal del boom, donde habla de sus colegas con los que mantiene intensas relaciones de amistad y competencia. En junio de 1973 se queja a su agente de que Seix Barral lanza su obra, Novelitas burguesas, a la sombra de Mario Vargas Llosa: "La estupidez es lanzar a dos latinoamericanos juntos, dándole importancia a uno y ninguneando al otro". Pero quizás la carta que mejor ayuda a entender al complejo Donoso es la que escribe en Calaceite el 30 de julio de 1974 para rechazar una invitación de la televisión francesa a tener una entrevista política sobre Chile y donde expone las razones, que acaban siendo un autorretrato psicológico. "Como sabes -y quizás por eso no me quieres como me podrías querer-, mi ferocidad se manifiesta en el sarcasmo: el sarcasmo de Casa de campo es feroz. Pero yo no soy hijo de les evenements de Mai, ni aspiro a mártir, ni que se me recuerde como el hombre más idealista ni más comprometido del mundo, ni como un ser moralmente perfecto: soy imperfecto, mis ferocidades tienen la forma que tienen...".

ERNESTO SÁBATO "Es triste salir en una editorial de segundo orden"

Con el autor de Absalón, Absalón hubo sus más y sus menos. Se percibe en una carta que le escribe el 9 de abril de 1978: "Con respecto a la filmación de El túnel, en el largo periodo en que no recibí respuesta suya, y ante la presunción de que usted no se interesaba por mis cosas, acepté una gestión que está en desarrollo. Si eso no resulta, con gusto pondré el asunto en sus manos, ahora que se han aclarado los malentendidos".

El autor argentino se queja del maltrato que está recibiendo en el mercado anglosajón: "Usted comprende, Carmen, que tampoco estoy en situación de tener que dar exámenes ante cada lector norteamericano o inglés, bastante a menudo discutible y aun mediocre, es muy triste para una novela que ha tenido la crítica mundial de Sobre héroes y tumbas salir en una editorial de segundo orden, pero qué le puedo hacer, algo verdaderamente demoniaco se ha interpuesto entre la obra y los editores en lengua inglesa".

AUGUSTO ROA BASTOS "No es que me repelan las desnudeces femeninas"

El autor de Yo, el Supremo acepta con humildad lo que parece haber sido una regañina de Carmen Balcells en julio de ese año por la publicación de artículos en Interviú México: "Desde ahora en adelante me atendré a tus instrucciones de no enviar más artículos para esa revista (...) al ver por los números que me enviaste el carácter bastante burdo y sensacionalista de la revista de México, me alivia enormemente no tener que aparecer más en dicha publicación. No creo que nos hagan ningún favor de prestigio ni a la Agencia ni a mí. No es que me repelan las desnudeces femeninas y otros encantos, pero no creo que funcione en ningún sentido que mis artículos aparezcan en este despampanante sándwich".

JORGE EDWARDS "Nuestras lunas de miel políticas no coinciden"

El autor chileno firma el contrato con Balcells el 24 de marzo de 1971, unos meses antes de que Pablo Neruda, embajador chileno en París con el que trabaja, reciba el Nobel de Literatura (8 de noviembre). En una carta escrita en 1982, año en que otro latinoamericano (Gabriel García Márquez) recibe de nuevo el Nobel, expone Edwards: "Lo admiro como escritor y le tengo simpatía personal. Lo único que sucede es que nuestras lunas de miel políticas no coinciden".

ISABEL ALLENDE "Aguanta el contrato, ¡hazte de rogar!"

Las cartas de la escritora chilena rezuman el toque mágico de sus primeras novelas. La relación entre ellas es tan estrecha que Allende le envía tarjetas de felicitación el Día de la Madre. En junio de 1997, Allende escribe: "¡Aguanta el contrato, hazte de rogar! No me gusta el antecedente de que ofrezcan la mitad de lo que pagaron antes. Tampoco quiero que ellos hagan el libro si no que acepten nuestro proyecto. No seas avara, mándales una copia a COLOR!!".

Diga su nombre fundamental de las letras españolas del siglo XX. ¿Aleixandre? ¿Cela? ¿Delibes? ¿Marsé? ¿Matute? ¿Vázquez Montalbán? ¿Goytisolo? ¿Benet? ¿Sánchez Ferlosio? ¿Mendoza? ¿Montero? ¿Cercas? Antes o después han caído en la red de Carmen Balcells, que les rescata de pozos materiales y espirituales. Y les hace ganar dinero.

ANA MARÍA MATUTE "Las estoy pasando moradas"

El 28 de noviembre de 1984, Balcells hace una profecía que se cumpliría 26 años después: "El premio Cervantes del que vas a formar parte como jurado no es el que tuviste. De modo que puedes aspirar a tenerlo". La escritora no disimula su precariedad económica: "No quiero ocultarte que las estoy pasando moradas. No quiero llegar a ser para ti una pesadilla, y estoy segura de que esta situación se acabará muy pronto, puesto que el libro ya está en francas vías de solución definitiva, pero claro el clima de agobio, como puedes suponer, no es demasiado propicio", confiesa el 11 de enero de 1985. Balcells acude en su auxilio. "Esa novela es importante que la sueltes, no solo con el propósito de ganar un dinero, sino de que estés presente con una obra reciente en el batiburrillo literario".

Matute, que atravesó un largo túnel, suele agradecer públicamente el papel de Balcells para arrastrarla al final de ese tiempo oscuro. Sin ella tal vez no habría sacado adelante Olvidado rey Gudú, su gran éxito de madurez. "No es nada corriente esta delicadeza que tú tienes conmigo, pero tampoco tú eres corriente. No puedes imaginarte, sobre todo cuando estás tan deprimido por tantas cosas, cómo alegra la vida recibir muestras de amistad y generosidad", le cuenta la autora de Pequeño teatro en 1996. Balcells ejerce de hada madrina y de espantapájaros. "No contestes tú al teléfono para que le digan a quien sea de Murcia que estás en el hospital, que por la noche volverás a casa. Juan Pablo te administrará este asunto y tú podrás: 1) descansar; 2) mañana amanecer más tranquila; 3) tomarte un pequeño respiro y un traguito; 4) arrancar con el discurso".

MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN "Carvalho y lo que queda de la KGB"

El éxito de los escritores de Balcells se mide por el volumen de sus carpetas. El autor de Galíndez es uno de ellos. Recibe invitaciones para actos, entrevistas, prólogos y honores que su agencia tramita. De cuando en cuando, Vázquez Montalbán se despacha con notas manuscritas a la altura de sí mismo, como una del 15 diciembre de 1993 en la que adelanta a Carmen Balcells un nombramiento en el sector editorial y la firma: "Carvalho y lo que queda de la KGB". A un agente se le pide sobre todo que arrime el hombro en momentos malos. Por ejemplo: el pleito por supuesto plagio que inicia el catedrático de Murcia, Ángel Luis Pujante, contra el padre de Pepe Carvalho, por usar su traducción para la versión castellana de Julio César de Shakespeare. El Supremo absuelve al catalán de plagio, aunque le obliga a darle el 15% de los derechos de autor. A Montalbán le indigna que, sin embargo, el primer teletipo de la Agencia Efe falsee el fallo y escribe el 17 de enero de 1994 a su agente: "Conecté el sábado con la redacción y servicios jurídicos de la Agencia y conseguí una rectificación(...) No estaría de más que alguien les dijera algo, quizá el abogado, porque es la segunda vez que la delegación de Murcia filtra una noticia contaminada(...). Me consta que las rectificaciones se divulgan menos que las tergiversaciones iniciales (...) En cualquier caso, más se perdió en 1939".

MIGUEL DELIBES "En asuntos editoriales no soy nada optimista"

Delibes está en la carpeta más antigua del Archivo Balcells. El 12 de mayo de 1961, la agente literaria le escribía interesándose por la situación de los derechos de sus novelas en el extranjero. "Hace mucho tiempo que había deseado colaborar con usted, pero el hecho de que usted ya sea conocido en casi todo el mundo hace que mi petición sea un poco fuera de lugar".

El autor de El camino le describe el panorama un tanto caótico de sus libros en Italia: "Con Martelo de Milán firmé un contrato en 1954 para la edición de Mi idolatrado hijo Sisí, sin que esta novela, al cabo de siete años, haya aparecido todavía. Según los términos del contrato, el libro aparecería en el plazo que marca la ley pero, naturalmente, la ley italiana no desciende a estas minucias". Pocos meses después, Delibes confiesa: "Me agrada verla tan optimista, pues yo, en general, y mucho menos para asuntos editoriales, no lo soy en absoluto". Le pide además que prescinda de Aún es de día, una novela que aborrecía, porque había sido "muy mutilada por la censura y presenta lagunas que menoscaban más aún su deficiente calidad".

CAMILO JOSÉ CELA "No rebajes ni perra"

En 1974 Cela era un celoso defensor de su libertad creativa, el dinero no parecía lo más importante de su vida, a la vista de lo que escribe al editor José Pardo: "Una cuestión de principio se antepone, en mi cabeza y en mi conciencia, a todas las demás: yo no escribo más que lo que sé y no reconozco autoridad al editor (hablo en abstracto) para darme consejos de índole estética o preceptiva (...). Solo quiero decirte que, salvando siempre la amistad, podemos romper el contrato cuando quieras".

Rosario Conde, primera esposa de Cela, es la interlocutora de la agencia. En 1986 la discográfica EMI le invita a presentar el lanzamiento del nuevo disco de Rocío Jurado. "A nosotros el asunto de presentar mundialmente a Rocío Jurado nos parece una gilipollez (hablando claro) pero esperamos ver lo que tú opinas", le escribe Conde. En 1987 cobra por el anuncio de Campsa 7,8 millones de pesetas y en 1993, tras el Nobel, recibe el doble: 15,1 millones de pesetas. El papel de Conde será asumido por Marina Castaño, tras su boda en 1991: "Con respecto a lo del Jacobeo 93 me dijo que no rebajes ni perra porque semejante paliza de viajes solo se puede hacer si la compensación económica es fuerte".

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