12.4.11

Metáfora literaria de nuestra historia reciente

Escritores analizan la trayectoria literaria de Juan Gabriel Vásquez, ganador del Premio Alfaguara

Juan Gabriel Vásquez, ganador del Premio Alfaguara, con la novela: El ruido que hacen las cosas al caer.foto:archivo.fuente:eltiempo.com

Una metáfora sobre la huella que dejó en toda una generación colombiana el narcotráfico, es la que aborda en 'El ruido de las cosas al caer', el escritor bogotano Juan Gabriel Vásquez (1973), quien el pasado 21 de marzo ganó el Premio Alfaguara de Novela 2011, dotado con una bolsa de 175 mil dólares (cerca 328 millones de pesos) y una escultura del artista Martín Chirino.

De esta manera, Vásquez se convierte en el segundo escritor nacional en recibir este importante galardón, después de Laura Restrepo, quien lo ganó en el 2004 con la novela 'Delirio'.

A pesar de vivir, desde hace varios años, fuera del país (ha vivido en París y en las Ardenas belgas), para Vásquez la realidad colombiana ha sido una "obsesión como ciudadano y como novelista" a la que siempre regresa, como lo expresó desde Barcelona, donde reside desde hace doce años.

"Quiero entender la violencia que hay en mi país. Es el gran cliché que se asocia a Colombia y la literatura todavía no ha terminado de esclarecer esa cuestión", anotó el autor, quien postuló su novela con el título de 'Todos los pilotos muertos', bajo el seudónimo de Raúl K. Fen.

Precisamente, 'El ruido de las cosas al caer' se inicia con la imagen de la fuga y caza de uno de los hipopótamos del zoológico que tenía el extinto narcotraficante Pablo Escobar en su famosa hacienda Nápoles, en el departamento de Antioquia. A partir de ahí, se inicia un viaje por la memoria del protagonista, Antonio Yammara, quien a través de la vida de su amigo mayor Ricardo Laverde, intentará comprender la generación de sus padres.

Un ejercicio de reflexión en el que Vásquez toca el ambiente imperante en la sociedad de la época, caracterizado por la corrupción, el caos, la violencia y el miedo.

Se trata de una novela que "habla de temas universales, que nos afectan a todos", destacó la escritora Lola Larumbe, integrante del jurado, conformado también por Bernardo Atxagam, Gustavo Guerrero, Candela Peña, Imma Turbau y Juan González

Es una historia "conmovedora sobre el amor y superación del miedo" y "recrea una atmósfera original y atractiva", "un espacio propio habitado por personajes que acompañarán durante mucho tiempo al lector", destacó a su turno Atxagam, quien ejerció las funciones de presidente del jurado.

Entregado a su oficio

El premio que recibe Vásquez es la culminación de una carrera coherente y disciplinada que, desde muy joven, tuvo clara su pasión por el noble oficio de escribir, y que comenzó con la publicación de cuentos 'Los amantes de Todos los Santos' (2001) y continuó con dos novelas, que han recibido importantes menciones internacionales.

Es el caso de 'Los informantes' (2004), que fue finalista al Premio Independent Foreign Fiction, en el Reino Unido, por ser uno de los mejores libros traducidos al inglés. El mismo reconocimiento acaba de recibir 'Historia secreta de Costaguana' (2007), cuyo fallo se conocerá el próximo 26 de mayo en Londres. Este libro también ganó el Premio Qwerty, a la mejor novela en castellano.

Sobre estos reconocimientos que ha recibido la obra de Vásquez, el escritor Ricardo Silva anota: "su vocación, la de reparar las grietas de la historia de Colombia por medio de la ficción, ya había sido reconocida por lectores de todo el mundo, pero era tiempo de que los lectores de su lengua dijeran algo al respecto.

"Él nos ha mostrado como la tenacidad, la constancia, el ímpetu y a la vez la reflexión logran obras, que encuentra por fin el exorcismo, la terapia y la trascendencia que la ficción nos ofrece como lectura", comenta, a su turno, el escritor Juan Gustavo Cobo Borda, al aplaudir esta distinción para el país.

Por su parte, el poeta Juan Manuel Roca destacó que Vásquez pertenece a esta nueva generación de narradores que comparten la idea de hacer un ajuste de cuentas con el pasado histórico más inmediato del país, que, a pesar de estar influida por hechos muy frescos, requieren de mucha atención para que no se vuelva solamente un asunto periodístico, historicista o sociológico.

"Creo que en esto -dice Roca-, Juan Gabriel Vásquez tiene mucho rigor porque es alguien que ha nacido y se ha formado en la literatura, y que en este caso está atendiendo a hechos que son heridas muy urgentes, lo cual me parece que eso es algo que vale la pena explorar y puramente desde la novela sicarial sino desde la ficción misma".

Traducción, una escuela

Justamente, esa reivindicación por el solitario oficio de la imaginación, de la construcción psicológica de los personajes y de la fantasía fue la que el propio Vásquez destacó el pasado 21 de marzo, como uno de sus mayores orgullos: "un premio como este me sirve para mantenerme firme en mi idea de la literatura".

Este amor por la literatura es quizás el cimiento más sólido que el escritor bogotano ha ido edificando, piedra sobre piedra, no solo con el ejercicio de la escritura, sino, en especial, a través de su trabajo como traductor, como él mismo se lo comentó a este diario hace algún tiempo.

"Comencé con este oficio como una manera de ganarme al vida, en Barcelona, y después me di cuenta de que la traducción de literatura es una de las mejores escuelas que puede llegar a tener un escritor de ficción, básicamente porque traducir es la forma más perfecta de lectura: la más precisa y detallada que se puede hacer de un libro", explica.

Son varias, las plumas extranjeras que el escritor bogotano ha traducido al español, con especial énfasis en obras de la lengua inglesa, que ha ejercido especial influencia en su formación como escritor. Entre estos, se destacan John Dos Pasos, John Hersey y E. M. Forster. Sin embargo, también ha traducido del francés a Victor Hugo.

"El gran lector que ha sido él demuestra cómo se necesita tener una base de cultura y digamos una plataforma de lecturas variadas y heterogéneas para lograr la voz propia. La voz propia nunca viene de lo ingenuo y de la inocencia, sino que se logra mediante la lectura de las figuras clásicas en otros idiomas", anota Cobo Borda, al resaltar la formación del Vásquez.

"El hecho de que él haya logrado poner en nuestro idioma obras de la talla de Forster, el gran novelista inglés de 'Pasaje a la India; de Dos Passos y sus visión, pudiéramos decir, cinematográfica y periodística de Estados Unidos, y del gran maestro de la narrativa, como es Victor Hugo, le permite a Vásquez lograr que la historia no sea algo opaco y muerto sino que reviva gracias a la ficción", agrega Cobo.

Esta mirada particular, a través del oficio de traductor, que el autor bogotano ha combinado con lecturas a escritores de su predilección, como Faulkner o Conrad, le ha permitido descubrir las artes secretas de la gran composición novelística, cuyos frutos ahora recoge con gran orgullo con este galardón, que de paso abre el camino a un grupo de escritores colombianos que lo siguen, como lo anota su colega Juan David Correa.

"Me pone muy contento, que dos escritores de mi generación, Antonio Ungar (Premio Herralde de Novela 2010) y Juan Gabriel Vásquez, se ganen dos premios muy representativos de las editoriales. Yo creo que eso no eso solo bueno para Juan Gabriel sino para todos los que estamos al lado suyo. Eso da a conocer la literatura colombiana y la pone en un lugar muy interesante e importante", concluye Correa.

Vásquez, quien también ganó el Premio de Periodismo Simón Bolívar con 'El arte de la distorsión', ensayo incluido en un libro del mismo título, estará en mayo en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, en donde presentará su nueva novela.

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