La cubana Fina García Marruz, premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana
Anfitriona, admiradora y amiga de Juan Ramón Jiménez, María Zambrano, Manuel Altolaguirre o Juan Chabás -entre otros exiliados temporales o permanentes en Cuba-, y tertuliana habitual de poetas de la Generación del 27 que pasaron por Cuba en diferentes momentos -Rafael Alberti, Pedro Salinas o Luis Cernuda, entre ellos-, la poeta cubana fue siempre parte de ese mundo. "Tengo motivos muy especiales para sentir ese premio, para que me sea querido más que ningún otro", aseguró ayer García Marruz muy emocionada.
Junto al ensayista y escritor Cintio Vitier -su esposo, fallecido en 2009-, la poeta es figura de referencia de la cultura cubana y protagonista de la gran aventura de Orígenes, la revista literaria (1944-1956) que marcó una época de oro en las letras de la isla y aglutinó a los intelectuales más relevantes de entonces, bajo la dirección de José Lezama Lima. No es de extrañar que, nada más conocer la noticia del premio, sus primeras palabras fueran un recuerdo hacia aquellos personajes y tiempos irrepetibles. "Este es también un reconocimiento a Orígenes, a Cintio, a Lezama, a Julián Orbón...", dijo, antes de ser homenajeada por su cumpleaños -una coincidencia- en el Centro de Estudios Martianos, donde ha trabajado durante años. A José Martí, el héroe nacional de Cuba, ha dedicado Marruz buena parte de su vida y de sus trabajos de investigación, tanto que se le considera una de las más importantes expertas y conocedoras de su pensamiento y de su obra.
Entre sus textos poéticos, siempre eruditos y profundos, figuran Las miradas perdidas (1951), Visitaciones (1970), Poesías escogidas (1984), Viaje a Nicaragua, con Cintio Vitier (1987) o Créditos de Charlot (1990) con el que obtuvo el Premio Nacional de la Crítica en 1991. Destacan entre sus ensayos Los versos de Martí (1968), Temas martianos, con Cintio Vitier (1969), Bécquer o la leve bruma (1971) o Flor oculta de la poesía cubana. En España se han publicado apenas dos antologías poéticas, aunque sus versos han sido traducidos a varios idiomas.
Trabajó durante más de una década como investigadora en la Biblioteca Nacional José Martí, y desde su fundación en 1977 perteneció al Centro de Estudios Martianos, donde integró el equipo realizador de la edición crítica de las Obras completas de José Martí. En 1990 obtuvo el premio Nacional de Literatura de Cuba.
El Premio Reina Sofía, dotado con 42.100 euros, tiene como objetivo reconocer el conjunto de la obra de un autor vivo que, por su valor literario, constituye una aportación relevante al patrimonio cultural común de Iberoamérica y España.
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