El ángel rojo novela de marcado tono crepuscular, es una suerte de epitafio del comunismo
El escritor Nedim Gürsel. /elmundo.es
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Quizá poco recordado hoy, el poeta turco Nazim Hilkmet fue un nombre
importante a mediados del siglo XX, cuando otros poetas comunistas como
él (Neruda, Alberti, Aragon...) ocupaban buena parte de la escena.
Todavía en 1971 (el año en que Neruda ganó el Nobel), el grupo musical
Aguaviva -quizá también poco recordado ya- incluyó en un disco tres
poemas del turco. Hikmet tuvo resonancia internacional y
en su Turquía natal está considerado el poeta más importante del siglo
XX, el creador en cierto modo de la moderna poesía turca. Ese mérito no
le valió el Nobel, mientras que su militancia comunista le llevó a la
cárcel en varias ocasiones, la más larga de las cuales duró doce años,
doce.
El novelista turco Nedim Gürsel, conocido en España por títulos como
'La novela del conquistador' o 'Los turbantes de Venecia', y que se
ocupara de Hikmet en su tesis doctoral, le ha dedicado ahora 'El ángel
rojo' (Alianza), novela de marcado tono crepuscular, una suerte de
epitafio del comunismo. "La novela", explica Gürsel a EL MUNDO por
correo electrónico, "interroga al siglo XX, que fue, desde mi punto de
vista, el siglo del comunismo, si se admite que dio comienzo con la
Revolución de Octubre en 1917 y acaba con la caída del muro de Berlín en
noviembre de 1989. Esta interrogación se construye a través del compromiso político de Nazim Hikmet.
Podría decirse que se trata de una mirada crítica sobre el comunismo.
La decadencia del personaje femenino se sitúa en este contexto y remite,
en efecto, a la desaparición de un ideal, ¡cuán humanista e
igualitario!".
"Nazim Hikmet", añade Gürsel. "pertenece a esa generación de grandes poetas como Aragon, Neruda, o el griego Ritsos, que creyeron en las mañanas que cantan,
pero el biógrafo de Hikmet, uno de los personajes del relato, intenta
reflexionar sobre esa esperanza perdida. En efecto, esas mañanas que
cantan quedaron en el terreno de la utopía. Por el contrario, la vida de
Nazim Hikmet es muy novelesca. Por ello, el relato sigue su
trayectoria, especialmente la política, pero también la sentimental, con
una atención hasta al detalle más nimio".
Poemas de amor inédito
La novela transcurre en Berlín ("ciudad emblemática de las grandes
tragedias del siglo XX", señala Gürsel) y una parte en Moscú, donde residió Nazim Hikmet tras su salida de la cárcel.
En Moscú encontró Gürsel en 1982, en los archivos de la Unión de
Escritores, un poema de su compatriota dedicado a Stalin fechado en el
mismo día de la muerte del dictador, además de poemas de amor inéditos.
Junto a esos detalles reales, El ángel rojo plantea un tema ficticio
(¿verosímil?), que Hikmet hubiera sido espiado por la Stasi de la RDA. A
este propósito, Gürsel insiste en que se trata de una novela que debe
ser tomada como tal. Mezcla, pues, de investigación y ficción, 'El ángel
rojo', de la mano de Nedim Gürsel, nos devuelve a un gran poeta del
siglo XX, influido al principio por Maiakovski y el futurismo, pero que
encontró su propio camino. Y cuando lo encontró -como escribió otro de
sus estudiosos- los consagrados le denigraban, los mayores le temían, pero la juventud le admiraba.
"Fue un gran innovador", concluye el novelista, "el primer poeta
turco que se expresó en verso libre; pero, una vez en prisión, se
reconcilió con la poesía tradicional, transformándola desde una
perspectiva marxista. Integró elementos tradicionales en su poesía,
especialmente en su obra maestra, 'Paisajes humanos', muy presente en la
novela".
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