En un encuentro internacional de literatura, se exaltó al autor de El túnel a través de estudios que aportan visiones novedosas y ocurrentes sobre su obra literaria y ensayística
CENTENARIO. El año próximo se cumplen cien años del nacimiento de Sábato, un autor polémico.foto.fuente:Revista Ñ
Tal vez en la soledad de su casa de Santos Lugares, Ernesto Sabato no mida la importancia que se le está otorgando al prólogo del centenario de su nacimiento que se cumplirá en 2011. Sabato es un escritor que, contra críticas y desconfianzas, ha sido muy valorado, incluso en países como Francia (donde vivió), o en las palabras de José Saramago: "Las lecturas que he ido haciendo de Sabato, tanto de sus novelas como de sus ensayos, confirmaron aquella intuición inicial, la de que me encontraba ante un autor trágico y al mismo tiempo eminentemente lúcido".
De ello se habló en el XXXIV Simposio de Literatura realizado en la Sociedad Científica Argentina, organizado por el Instituto Literario y Cultural Hispánico de California y el Departamento de Lenguas Extranjeras de la Universidad de California. Una de las organizadoras, y presidentas de honor, la escritora María Rosa Lojo, también fue encargada de la realización de las actividades en torno al autor de El túnel.
Lojo coordinó y protagonizó una mesa con dos integrantes de la Colección Archivos que editó la Edición Crítica de Sobre héroes y tumbas , obra que compiló y pu- blicó en el año 2009.
El creador y entonces director del Programa Archivos, Amos Segala, convocó a Lojo para coordinar la edición de Sobre héroes y tumbas en 1998 después de leer su tesis doctoral: "Sábato: en busca del original perdido". Lojo explicó que el Programa establece pautas para la edición: debe ser crítica (es decir, cotejar las diferentes variantes, voluntarias o fruto de erratas, en sucesivas ediciones) y genética (porque despliega el proceso de génesis del texto sobre la base de los originales que el autor entregó a la imprenta). "Convoqué a la filóloga Norma Carricaburo; diseñé un plan de estudios sobre la novela que representase diversas metodologías y calas interpretativas, y formé para ello un equipo de reconocidos especialistas de Argentina, Alemania, EE.UU.
y Francia. Esta edición, la más completa hasta la fecha, demuestra la complejidad narrativa y la inquietante potencia simbólica de una novela (obsesivamente corregida por su autor a lo largo de treinta años) que fascinó a tantos lectores, que obtuvo un reconocimiento internacional no exento de apasionadas polémicas entre nosotros y que es considerada un clásico de las letras hispanoamericanas", expresó Lojo.
A continuación, Michèle Soriano, investigadora de la Université Toulose II Le Mirail de Francia, habló sobre "El eterno femenino en la construcción del artista moderno" basándose en dos libros de Sabato. "El inicio de Heterodoxia se dedica a reafirmar y naturalizar la diferencia de los sexos. Este ensayo se estructura a partir de un pensamiento binario cuya argumentación recurre a esa diferencia, concebida en tanto esencial y fundacional. Los paradigmas de lo femenino y de lo masculino fundamentan no sólo la bipartición de la humanidad en dos grupos sexuados, sino que se manifiestan en la cultura, la producción de conocimiento, las orientaciones políticas y el arte: el romanticismo sería el dominio del inconsciente, de lo femenino; el clasicismo, el dominio de lo racional, de lo masculino." En relación a El Túnel, dijo Soriano: "La diferencia de los sexos y la bisexualidad del artista son los espejos en los que se refleja la identidad del autor: éste va a ser el que triunfa de la condición mortal y sexuada del ser humano, el que se eleva por encima de los límites espaciales y temporales de la humanidad, el que asume la irremediable soledad de la creación --a la que se opone la cópula necesaria a la procreación".
Finalmente, Silvia Sauter, investigadora de la Kansas State University habló del, ocurrente, tema: "El humor en Sabato". Explicó que "en la narrativa de Sabato afianzada en un espacio metafísico, apocalíptico y sombrío, poblado de personajes atormentados en búsqueda de absolutos, comprensión y comunicación, parece imposible que haya jovialidad y menos humorismo, como aseguran algunos de sus más acervos críticos. Sin embargo, desde El túnel, Sabato presenta personajes y episodios que recorren de lo cómico a lo grotesco, revelando no el mal humor sabatiano del que se lo acusa, sino un humorismo áspero, desencantado, un humor negro que parodia y rebaja lo que encuentra, pero que a la vez critica rasgos culturales que le repugnan. Carnavaliza la figura del escritor Sabato como personaje público, la del personaje Sabato y también en Abaddon el exterminador ; y especialmente a Quique en Sobre héroes y tumbas ". Así, Sauter cita numerosas situaciones sabatianas donde se prima lo tragicómico, la ironía y el sarcasmo. Allí, aparece un autor inesperado y, por momentos, oculto tras la versión trágica, dramática y depresiva como suele ser leído en su obra en general.
Poco antes de los cien años, Sabato desata análisis y estudios que, afortunadamente, sorprenden al encontrar aristas desconocidas de una más que polémica escritura.
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