Tierra desacostumbrada, la novela de Jhumpa Lahiri, describe las diversas maneras en que los inmigrantes de origen bengalí se adaptan a la idiosincrasia occidental. De este modo, la autora cambia la perspectiva del american way of life
NUEVAS VOCES. Lahiri es una de las escritoras más significativas de la nueva camada de "american-indians". De ascendencia bengalí, nació en Inglaterra y vivió toda su vida en Estados Unidos.
Los relatos que atraviesan la novela de Jhumpa Lahiri, Tierra desacostumbrada, tienen como punto en común la descripción de las diversas maneras en que los inmigrantes de origen bengalí se asimilan o se adaptan a la idiosincrasia occidental, contando parte de su vida diaria en ciudades de Estados Unidos. Pero el mérito mayor de este heterodoxo best-séller no es el de ilustrar las tensiones que conviven en esa adaptación, sino en aportar una mirada casi etnográfica sobre el conjunto de la sociedad norteamericana vista con los ojos de alguien que no ha nacido en el seno de la tribu, y que por lo tanto, es poseedora de una visión global y distante que no pueden percibir quienes viven inmersos en ella por la fuerza de la cotidianidad.american way of life, la autora potencia el gesto al comparar esa idiosincrasia con concepciones ancestrales que relativizan la experiencia vital que marca el ritmo de nuestros días.voyeur de sentir que estamos espiando por la cerradura la intimidad ajena. Pero no es merecedor, ni por asomo, del calificativo de libro del año que le otorgó el suplemento literario de renombre de la ciudad de Nueva York como The New York Times en 2008.
Traducida del inglés por Eduardo Iriarte, la primera historia, por caso, recorre la biografía de Ruma, hija de hindúes pero nacida y criada en Seattle, ejemplo cabal de una asimilación total a la vida norteamericana.
El relato empieza con una visita de su padre, viudo reciente, al nuevo hogar de su hija. Ruma está casada con un comerciante local y está criando un hijo, Akash, que ha roto todo lazo con las tradiciones de su madre. La llegada del abuelo produce una agudización de las tensiones latentes entre los ritos familiares bengalíes y la crianza de los niños en la Norteamérica actual.
Y es en la descripción de esos contrastes en donde cobra vida la literatura de Jhumpa Lahiri, esta inglesa de padres bengalíes: si todo escritor norteamericano insiste en remarcar la vacuidad y hasta la vulgaridad del
En la segunda historia y de ahí en adelante, el libro entra en los terrenos de lo que se podría denominar como novela global. Los personajes –unos idénticos a otros, sólo cambian sus nombres– son profesionales graduados en las más prestigiosas universidades de Estados Unidos que deambulan por el mundo buscando su destino.
Obvio que se trata de hindúes, obvio que se trata de inmigrantes que se mueven entre los dictados de la remota tradición familiar y la emancipación personal. Los relatos no son cronológicos, sino que parten de un momento impreciso de sus vidas para luego reconstruir, casi como una genealogía, la historia familiar de los protagonistas.
Resulta sumamente interesante comprobar cómo el antiquísimo sistema de castas de la India perdura en la actualidad, y esas férreas jerarquías se mantienen incluso cuando se vive en otro país y se traslada de generación en generación. Como en el caso de una de las historias, en la que un matrimonio concertado entre familias acaudaladas de la India se establece en Berlín primero y más tarde en Massachussets sin modificar jamás la estructura de las relaciones con sus semejantes emigrados (aunque sus hijos sí se "contaminan" con la cultura local, rebelándose contra la sumisión al patriarcado).
Dividido en dos partes, la primera contiene cinco historias que llevan como título "Tierra desacostumbrada", "Cielo e infierno" o "Una elección de alojamiento" en las que el tema, amén de lo ya señalado, gira en torno a las dificultades de las relaciones personales y familiares, sean estas entre padres e hijos, entre amigos o entre amantes.
La segunda mitad, relatada en primera persona por dos voces distintas, cuenta los caminos paralelos recorridos por dos hijos de hindúes nacidos en Estados Unidos, Hema y Kaushik, cuyas familias son amigas. Es una historia de amor que sólo cobrará su recompensa cuando ambos hayan atravesado un largo trayecto de realización personal, y luego de los lejanos días en que compartieron casa en la infancia, se volverán a reencontrar en otro continente para vivir un romance fugaz y truncado por el destino.
Si bien Lahiri evita caer en el tono meloso de la novela rosa, hay instantes en los que todas las situaciones parecieran conducir al melodrama: a la acción de los personajes sigue la descripción minuciosa y detallista y casi nunca hay lugar para la reflexión, el diálogo interior o el análisis de las conductas.
La novela es entretenida y, a pesar de una traducción sinuosa y por momentos hasta confusa, se deja leer con amenidad y de a ratos atrapa al lector con esa morbosidad
Escritora
Es una de las escritoras más significativas de la nueva camada de "american-indians". De ascendencia bengalí, nació en Inglaterra y vivió toda su vida en Estados Unidos. Desde que empezó a publicar, recibió algunos de los premios más importantes de Norteamérica, como el Pulitzer y el PEN. A su primera novela, "Intérprete de emociones", le siguieron los volúmenes "El buen nombre" (editado en nuestro país por el sello Emecé) y "Tierra desacostrumbrada", que consolidó su prestigio cuando el New York Times lo eligió mejor libro del 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario