29.7.10

Bryce Echenique: "En la foto del boom no están todos los que son"

"Autores como Manuel Puig, José Balza u Oswaldo Soriano quedaron en los márgenes por su temática, aunque luego hayan tenido mucha influencia", dijo el escritor peruano durante la inauguración del curso "Escritores en los márgenes del Boom" que imparte dentro del programa estival de la Universidad Complutense en El Escorial

¿QUIEN FALTA? Gabriel García Márquez, Jorge Edwards, Mario Vargas Llosa, José Donoso y Muñoz Suaz, en casa de Carmen Balcells, en Barcelona (1974).foto.fuente: Revista Ñ

"Ni son todos los que están ni están todos lo que son", ha advertido hoy Alfredo Bryce Echenique en relación al 'boom latinoamericano' del que fueron relegados una serie de escritores por ser "demasiado lúcidos y originales".

Para Bryce Echenique los escritores de referencia del boom utilizaron sus respectivos países "como cotos privados de caza", en el sentido de que su literatura se ocupó de los "grandes temas nacionales" de forma "totalizadora".

Una literatura, la de los escritores del boom, que careció "de humor, de ternura y de vida sentimental en los personajes", en opinión de Bryce, a diferencia de la de los autores ubicados en los márgenes, quienes sí se atrevieron "a bajar a las tabernas" para hablar de cine, de las clases medias y de la subcultura.

El "escritor puente", por ser el más rupturista, entre estos escritores del Boom y los ubicados en los márgenes, señaló Bryce, fue el argentino Julio Cortazar (1914-1984).

"Por su enorme desenvoltura para el tratamiento del idioma, porque ya no se trataba de la corrección de la frase académica sino de ser juguetones con el idioma, de inventar palabras; por su ironía y su humor", argumentó.

Un ejemplo "atrevido" de ese tipo de literatura "lúcida", la encuentra Bryce Echenique en la novela "El beso de la mujer araña" del escritor argentino Manuel Puig (1932-1990), una historia que relata la transformación de la relación que mantienen dos presos políticos, un guerrillero urbano y un homosexual, mientras comparten la misma celda.

"El beso de la mujer araña" destaca, en opinión de Bryce, por su "extraña presentación" estructural, al disponer de una combinación de diálogos y notas a pie de página de carácter científico que ejemplifican un "intento muy atrevido" de reacción ante la potestad del narrador omnisciente.

Así, en la novela el narrador desaparece, y los diálogos que mantienen ambos reos tienen la finalidad de que el lector conozca "directamente" a los personajes a través de lo que estos dicen, una técnica que utiliza Puig, afirmó el peruano, para "aparentar objetividad".

Pero el que permanece invisible es el narrador, no el "autor", aclaró el autor de "Un mundo para Julius", y apuntó que Puig vuelca su subjetividad de forma "astuta y con maneras subrepticias" que hacen que éstas no parezcan impuestas.

"Desde la invisibilidad, y de modo sinuoso, Puig organiza su material literario a través de sus demonios personales, él encadena los episodios, él elige los acontecimientos reveladores", dijo Bryce, para concluir que de esta forma el autor argentino "contamina" al lector.

Las notas a pie de página de la obra, todas de carácter científico en torno a temas como el psicoanálisis y la homosexualidad, "son un complemento que enriquece la narración y que ofrece una síntesis del estado actual de una cuestión", apuntó Bryce.

A través de las películas "cursis" que el preso homosexual cuenta al guerrillero, Puig logra una "renovación del diálogo y de lo que es literatura o subliteratura", explicó el escritor peruano, que agregó que la novelística del escritor argentino es una "reminiscencia del melodrama que revive lo folletinesco".

"Ésta es la principal novela de Puig, y lo sitúa con todo derecho entre los escritores al margen del boom, porque su preocupación ya no es la patria, la metáfora totalizadora, sino la subcultura", concluyó el autor peruano.

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