Yo me precio de haber anunciado este premio, por una sencilla razón de pura corazonada.Lo escribí que El país de la canela de William Ospina sería el premio Rómulo Gallegos, y acerté. En buenahora por su obra y su trayectoria. Se impuso sobre 274 novelas de Iberamérica y los seis finalistas (autores y obras de las que que no tenía mayor noticia hasta hoy, por cierto): La Ceiba de la memoria, de Roberto Burgos Cantor (Colombia), El profeta imperfecto, de Fernando Butazzoni (Uruguay), Bolívar. Delirio y epopeya, de Víctor Paz Otero (Colombia); Tratado del amor clandestino, de Francisco Proaño (Ecuador); Los ojos del huracán, de Berta Serra Manzanares (España) y La historia que me escribe, de Fernando Trías de Bes (España). Dice la nota de prensa:
Al leer el veredicto del jurado, alcanzado por unanimidad, la escritora argentina Graciela Maturo destacó la alta calidad de las obras presentadas y dijo del libro laureado que "se trata de una lectura interpretativa de los primeros viajes de los europeos por el continente con una fuerte proyección hacia el presente". "Su excelencia literaria reside en una sólida estructuración de los capítulos y un sólido lenguaje", señaló, antes de destacar respecto a la obra "la ajustada eficacia narrativa así como su capacidad de atraer al lector". Es una obra "inspirada en discursos coloniales, los de Fernando González de Oviedo, admirado maestro del personaje narrador que no escatima crudezas en los aspectos mas criticables y brutales de la gesta hispánica sin caer en burdas simplificaciones", subrayó. "Su mensaje supera dicotomías tales como hispanismo e indigenismo y abarca las contradicciones con espíritu humanista, y asienta una ética de respeto a la cultura del otro", agregó en la lectura del fallo. El pasado 3 de junio, al presentar en la Feria del Libro de Madrid "El país de la canela", que aborda la conquista de América, Ospina declaró que con ella se propuso "recuperar la conciencia de los indígenas sobre lo que fue ese choque cultural". Ello, añadió, para arrojar una mirada más compleja de esos hechos sin "maniqueísmo". Ospina adoptó en su novela la piel de un mestizo, hijo de un español y una indígena, para ofrecer la perspectiva de la conquista de América desde la sensibilidad de alguien que pertenece a los dos mundos. E jurado que eligió la obra de Ospina estuvo presidido por la mexicana Elena Poniatowska y contó con la escritora argentina Gabriela Maturo, el ensayista venezolano Humberto Mata, el narrador cubano Miguel Barnet y el poeta venezolano Enrique Hernández De Jesús.
La novela ganadora, por cierto, cuenta la historia de un español que decide ir a Perú a reclamar una herencia que había sido usurpada a su padre por los Pizarro.
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