Enamorada como lo estamos todos de México, Lolita Bosch -una de las escritoras catalanas más imortantes de su generación- ha celebrado el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades a la UNAM con este texto que coloco íntegramente, y que apareció en El Periódico hoy. Dice Lolita:
Esta pasada semana Juan Villoro habló en Barcelona de la gripe porcina y nos contó, a quienes la vivimos desde aquí, qué había sucedido en México. Y al salir quedé con un amigo que me preguntó: «¿Un faro, verdad?» Porque en México la generación que nos precede es nuestra referencia. Y eso es algo que aprendimos hace tiempo. Una de las muchas cosas que nos enseñó la Universidad Nacional Autónoma de México. Un oasis en el que el acceso democrático a la educación, el respeto por la cultura y la generosa transmisión del conocimiento son valores incuestionables. Ya lo dijo el recordado José Vasconcelos en su discurso de investidura como rector en 1920: «Yo no vengo a trabajar por la universidad, sino a pedir a la universidad que trabaje por el pueblo». Y así ha sido. Porque la UNAM ha representado el revolucionario motor de la sociedad mexicana. La esencia de nuestro pensamiento crítico. Y hoy, aquella originaria convicción de Vasconcelos de que «la raza nuestra elaborará una cultura de tendencias nuevas», sigue apreciándose en el lema de nuestro escudo que queda enmarcado por una frase de su autoría: «Por mi raza hablará el espíritu». Y esta es la certeza que nos identifica a todos: estudiantes, egresados, investigadores, trabajadores y maestros. Orgullosamente unamitas. Tocados por la excelencia de una institución a la que nunca podremos devolverle la fe que ha tenido en sus estudiantes y la convicción de que la humanidad puede ser siempre mejor. Más crítica, más ética, más sabia, mucho más justa. De modo que ayer, cuando la UNAM se vio reconocida con el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, todos los que estamos vinculados a ella nos sentimos, de algún modo, reconfortados. Porque premiar a la UNAM es premiar la esperanza de un mundo más justo y mucho más curioso. El reconocimiento a años de excelente gestión educativa, infatigable trabajo por el derecho al acceso universitario y la perseverancia sin límites de la institución académica más importante de América Latina. Casi quinientos años de labor educativa, autonomía y una dignidad a prueba de balas, políticos y desgracias.
notasmoleskine.blogspot.com
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