25.10.10

Los perdedores toman la palabra

En Historias de aquí y allá, el escritor chileno Luis Sepúlveda reflexiona sobre la derrota, el perdón y el olvido, y da las claves para entender su obra

El escritor chileno Luis Sepúlveda.foto.DANIEL MORDZINSKI.fuente:elpais.com

Luis Sepúlveda cree que la literatura es de perdedores. O, al menos, que la gran literatura trata sobre grandes perdedores. Por eso, los personajes de este escritor chileno, nacido en Ovalle en 1949, son derrotados que no aceptan sus fracasos. Y por eso, su último libro, Historias de aquí y de allá, está plagado de vencidos.

"La historia se ocupa de los vencedores", dice. Él prefiere escribir acerca de quienes se atrevieron a hacer algo -a formular una idea de cambio social o político- y perdieron. Lo ve como un territorio más interesante. "Toda mi literatura está llena de perdedores", asegura y cree difícil encontrar algo más que destreza en una victoria.

En su obra más reciente, presentada en la Casa de América esta semana, hay derrotados de todo tipo. Están los héroes envejecidos que lucharon contra las dictaduras latinoamericanas. Están los exiliados que, finalmente, regresaron a su país. Y están, entre otros, los que, como el conde de Montecristo, no olvidan ni perdonan.

Sepúlveda es uno de ellos. No perdona a los opresores que lo obligaron a vivir en el exilio después de la caída de Salvador Allende, pues el perdón no puede existir como una razón de Estado, ni como una orden oficial. "En todos los países que han sufrido dictaduras se ha pretendido que los que sufrieron perdonen, mientras quienes cometieron los delitos ni se han arrepentido", explica el escritor.

Asimismo, opina que en países como Chile se ha impuesto un lenguaje de eufemismos: la dictadura pasó a ser régimen autoritario, los asesinatos se han convertido en excesos. "De esta forma, se va desvirtuando la verdadera naturaleza de la monstruosidad que se cometió".

Estas reflexiones pueblan los 25 relatos que integran su nuevo libro, en el cual hay también claves para entender la totalidad de su obra. Cada uno de los textos son pequeñas memorias o reflexiones del autor en torno a una situación. Algunas fueron concebidas con fines periodísticos, otras fueron hechas como homenajes y otras como simples recuerdos para explicar el porqué de algo ya contado.

Los escritores Víctor Andresco y Alfonso Mateo, que dialogaron con Sepúlveda en la presentación, coincidieron en que la obra contiene códigos para entender el nacimiento de novelas ya publicadas como Un viejo que leía historias de amor y otras anunciadas como Últimas noticias del sur.

El propio escritor chileno considera esta publicación como una suerte de "cocina" en donde expone los ingredientes de otras de sus piezas. "Es un poco compartir esa parte muy íntima del escritor, de su relación con la vida y la literatura", explica, pero añade que no califica los textos como autobiográficos porque ha preferido dotar a sus personajes de algunas partes de su vida.

Amigos ya desaparecidos de Sepúlveda -como el poeta uruguayo Mario Benedetti y el ecuatoriano Jorge Enrique Adoum- también aparecen como personajes en Historias de aquí y de allá. Vivencias con cada uno de ellos, al igual que con otras figuras como el fotógrafo Daniel Mordzinski, son parte del anecdotario constituido en el libro.

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