6.3.10

Un pasado de pesadilla

NOVELA
El dramaturgo bogotano acaba de publicar su nueva novela Páginas quemadas

Miguel Torres, escritor y dramaturgo bogotano. fOTO: Andrea Moreno.fUENTE:vive.in

"El trabajo de Antonio Moscoso es quemar todos los días en una gran chimenea de una antigua casona llena de ratas del barrio La Candelaria, en el centro de Bogotá, los centenares de libros que se postulan para los concursos de literatura, que no resultan escogidos por el jurado y que nunca vuelven a reclamar sus autores.

La rutinaria vida de Moscoso, como archivista del Centro Urbano de Arte y Cultura, le permiten al escritor y dramaturgo bogotano Miguel Torres recorrer, en su nueva novela Páginas quemadas, los escenarios de su juventud y reflexionar, de paso, sobre algunos temas de corte existencial que siempre lo han perturbado.

El insoportable papeleo burocrático, la venganza, los celos y el azar se pasean con sutileza en las páginas del libro, cargado de suspenso y de giros inesperados.

Fruto de sus experiencias con el sector público, el autor cuenta que en su vida ha tenido la oportunidad de conocer a muchos Moscosos. El típico funcionario público leal a su institución, solitario, entrado en años y sin mayores aspiraciones. "No quería ese burócrata moderno, un poco odioso, que le hace la vida imposible a la gente exigiéndole documentaciones, papeles, fotos y formularios dificilísimos de llenar", dice Torres.

Aunque al principio la única rata de la casa la encontró Moscoso en su lugar de trabajo, el autor cuenta que el asqueroso roedor le reclamó una segunda aparición, hasta terminar saliéndose de control. Entonces, las ratas invadieron las oficinas y comenzaron a comerse los libros y los formularios. "Es una rebelión de las ratas que se están vengando, de alguna manera, de la burocracia, ese monstruo que se alimenta de papel", dice el escritor.

De la pluma punzante de Torres no se salvan ni los concursos literarios ni las obras mediocres de teatro a las que su protagonista va como un autómata, aprovechando las boletas gratuitas que llegan al instituto, en busca de algún plan que rompa la monotonía de su vida.

"Es una crítica no exenta de ternura y de ironía hacia cierto tipo de teatro mediocre que abunda. Una tendencia a lo banal y lo superficial. Muchas veces, una parte grande de ese tipo de público no quiere ver obras que lo pueden comprometer con una reflexión profunda sobre la vida, sobre el ser humano o sobre su sociedad", explica el autor.

La única diversión adicional de Moscoso es leer los comienzos de las novelas que quema a diario, y que lo enfrentan, un buen día, de una manera cruda, con un pasado lleno de remordimientos. Ese mismo que lo hizo infeliz, que lo llevó a la viudez y a convertirse en asesino. "Ese es el momento en que realmente comienza la novela de su vida", comenta Torres.

"Finalmente, lo que uno hace como escritor es delegar en los personajes lo que no es capaz de hacer: cosas como suicidarse o matar. Esas tendencias psicópatas que solemos tener los escritores, cuyo mayor exponente fue Shakespeare. En cada obra, él mataba como a doce y se terminó llevando como a quinientos. Sin contar los muertos en batallas", agrega Torres con toque sarcástico.

ENTRE EL TEATRO Y LAS LETRAS

La vida de Miguel Torres ha estado siempre muy unida al centro de Bogotá. Allí nació y creció. Su vínculo, desde muy joven, con la actividad teatral lo ha llevado aprenderse de memoria las callecitas de La Candelaria. Torres cursó estudios en la Escuela Nacional de Arte Dramático de Bogotá y en la Universidad de las Naciones en París. En 1970 fundó el grupo de teatro El Loca. Ha realizado varios montajes teatrales como 'La cándida Eréndida', 'El proceso' y 'La siempreviva'. Entre sus libros se destacan 'Los oficios del hambre', 'El crimen del siglo' (sobre el asesinato de Gaitán) y 'Cerco de amor', ganadora del Concurso Internacional de Novela Imaginación de la alcaldía capitalina.

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