15.5.14

Lethem novela sobre el olvidado movimiento comunista en EEUU

Repleta de espíritus insatisfechos y latiendo al ritmo de complicadas pasiones políticas, Los Jardines de la Disidencia  se adentra en el mundo de la contracultura
Jonathan Lethem, auto estadounidense,de Los Jardines de la Disidencia./Andreu Dalmau./lavanguardia.com

Repleta de espíritus insatisfechos y latiendo al ritmo de complicadas pasiones políticas, Los Jardines de la Disidencia, la última novela de Jonathan Lethem, se adentra en el mundo de la contracultura y el comunismo norteamericano, un movimiento que, según el autor, quedó olvidado y "muchos creen que nunca existió".
Tres generaciones de comunistas, hippies e indignados manifestantes son los protagonistas de una novela ambientada en Nueva York, que abarca desde el apogeo del estalinismo de mediados de los años treinta del pasado siglo, pasando por la multitud de movimientos a favor de los derechos civiles de la década de los sesenta hasta el reciente movimiento "Occupy Wall Street".
"Se trata de una novela sobre personas con convicciones políticas", ha señalado el escritor norteamericano en una entrevista con Efe, en la que ha descrito la obra como una "ventana sucia" a través de la cual se observa no sólo los avatares de una época sino también las "contradicciones y tormentos" personales, que quedan marcados sobre la superficie del cristal.
En el centro de este ventanal se encuentra la matriarca, Rose Zimmer, una comunista con "un feroz enfoque de la vida" y unas opiniones "volcánicas", inspirada en la abuela de Lethem, a quien conocemos tras ser expulsada del Partido Comunista americano por su relación con un policía negro.
Su hija, Miriam, inspirada en la madre del escritor, tan obstinada y apasionada como Rose, huye de su influencia sofocante para unirse al movimiento contracultural de la Era de Acuario del Greenwich Village, donde conocerá a un cantante de folk con el que tendrán a Sergius, un joven idealista, aunque algo confundido, que se implicará a fondo con el movimiento "Occupy Wall Street".
"Yo soy parte de un país en el que el comunismo nunca fue probado en ningún ámbito social", recuerda el escritor, nacido en 1964 y criado en una comuna de Brooklyn.
A su parecer, la idea del comunismo siempre ha sido una manera de "manifestar que la vida que te rodeaba no era suficiente", por lo que entender el significado completo de esta palabra en Estados Unidos es hoy en día "una tarea bastante complicada".
Pese a la trayectoria familiar, el escritor niega que se inscriba dentro del activismo político, aunque sí cree necesario poner en valor una historia "muchas veces deformada, descalificada" y también "olvidada", pues, tal y como ha destacado Lethem, "muchos creen que el comunismo norteamericano nunca existió".
"El libro -ha subrayado- es a la vez una forma de revertir esta situación y dejar testimonio del paso del comunismo por Estados Unidos, lo que conforma una parte de la historia de la que se puede hablar y de la que no hay que sentirse avergonzado".
Preguntado por la vigencia del legado comunista en los actuales Estados Unidos, Lethem ha negado la existencia de "un comunismo puro", pues "la versión más extendida de esta doctrina se encuentra en otros tipos de izquierda, como el movimiento Occupy".
Como todos los grupos de izquierda, el movimiento Occupy, que se opone al poder y la influencia de las corporaciones financieras de EEUU, también ha tenido que convivir con la "frustración propia de los grupos que propugnan una transformación".
Algo que, según el autor, tiene mucho que ver con la "política dual" del presidente Barack Obama, que, a nivel simbólico, se ha convertido en la expresión de la revolución pero que, en el plano oficial, "no ha hecho más que seguir con las políticas de sus predecesores", por lo que, en palabras del escritor, "Obama no ha hecho más que recordar a la izquierda que siguen formando parte de la izquierda".
"Los Jardines de la Disidencia", publicado en castellano por Mondadori y en catalán por Angle, es un libro lleno de referencias americanas, aunque puede describirse como un libro "muy europeo" porque los personajes descritos "viven dentro de la historia, a diferencia de la mayoría de los norteamericanos, que siempre pretenden alejarse de ella".
Además de la pluralidad de voces propia de Philip Roth, en el retrato de la sociedad americana de la nueva obra de Lethem se nota la influencia de los escritores Christina Stead, Vivian Gornick o Anatole Paul Broyard, que han recreado el país en el que nació el autor, galardonado con el Premio Nacional de la Crítica de Estados Unidos.
Esta historia familiar de comunistas decepcionados en un país que los trata como un invisible anacronismo es, a la vez, una manera de gritar al mundo que la cuestión del comunismo norteamericano "no es un tema cerrado, sino parte de una historia en la que estamos viviendo".

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