25.7.12

Libros 'ligeritos' para playa o piscina

¿Quiere tirarse en la arena y divertirse un rato leyendo, pero sin devanarse los sesos? Siga leyendo

Leer sólo por gusto del entretenimiento más desprevenido y lúdico.foto.fuente:elmundo.es

'Espera a la primavera, Bandini', de John Fante. Anagrama. Uno de los pocos autores que elogiaron Bukowski y alter ego Henry “Hank” Chinaski. Sencillo, duro, sentimental. Con un humorismo muy agudo. Así es Fante. La serie Bandini vale entera. Lo mismo un título que otro. Inmigrantes italianos en California.
Portada de 'Un puñado de polvo'Portada de Un puñado de polvo
'Un puñado de polvo', de Evelyn Waugh. RBA. Waugh fue uno de los grandes sátiros de la Inglaterra de finales de los años 20 y los 30 (después se hizo más denso). Esta novela representa mucho de su mala leche.
'Wilt', de Tom Sharpe. Anagrama. Este libro, como ‘La conjura de los necios’, como la serie de Wodehouse, que no nos caben en la lista, son los grandes libros humorísticos de Anagrama. Generaciones de lectores la han ido pasando a los más jóvenes descubridores. No se lo pierdan. La peripecia de la muñeca hinchable o los condones globo son inolvidables.
Portada de 'El misterio de la cripta embrujada'Portada de El misterio de la cripta embrujada
'La cripta embrujada', de Eduardo Mendoza. Seix Barral. Uno de nuestros grandes autores vivos. Así, a secas. Y, sin duda, el más gracioso de todos los literatos (que tan serio suena) de nuestra geografía. No tenemos a Woody Allen pero tenemos a Mendoza. Este título es uno de sus clásicos básicos.
'Mi familia y otros animales', de Gerald Durrell. Alianza. Zoología y descacharrantes memorias familiares de ingleses en Corfú. Tuvo continuaciones, infinidad de lectores y un prólogo de Lawrence Durrell (eminente hermano del autor), uno de sus coñescos protagonistas.
'La sanción de Loo', de Trevanian. Roca. Le Carré o Trevanian, de eso va la cosa si la cosa va de espionaje. Best-sellerismo de calidad. Muy “trepidante”, como solemos leer en las contraportadas y fajas de los libros.
Portada de 'Drive'Portada de Drive
'Drive', de James Sallis. RBA. Un clásico hoy de moda gracias a la película de neones y ochenterismo nato. Cualquiera de los títulos de este autor contemporáneo.
'El hombre que fue jueves', de Chesterton. Valdemar. Cómo ser Kafka o Meyrinck o Buzatti y hacer reír. Con una trama de anarquismo en deriva peligrosa hacia el delirio, esta novela victoriana es una introducción ideal a su inabarcable (también en lo físico) autor.
'Adiós muñeca', de Raymond Chandler. Alianza. O puede ser El largo adiós. Novela inolvidable. El inicio de muchos aficionados a la novela negra y a Philip Marlowe en concreto.
'Greguerías', de Ramón Gómez de la Serna. Cátedra. En prosa es muy difícil encontrar a alguien más específicamente moderno, en España, que Ramón Gómez de la Serna. Hizo de la literatura (de su literatura) una cosa sin nombre. Las 'Greguerías' son alucinaciones que parecen chistes. Un antecedente del ultrashow de Miguel Noguera.

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