7.5.10

De Cervantes a Chiquito de la Calzada

Majoni. Cagatrochas. Gambitero. Con el ficcionario, el Instituto Cervantes sondea los nuevos límites de la lengua española


fOTO;fUENTE:Elpais.com

"Alatristear: ir de sobrado y nihilista por la vida". Podría ser un nuevo verbo admitido por los miembros de la Real Academia aprovechando que Pérez-Reverte dejara vacío el sillón T para ir al baño. Pero no.

Es una de las propuestas de los internautas que están participando en la página web que el Instituto Cervantes ha abierto por segundo año para caldear los fastos del próximo 19 de junio, Día del Español (conmemoración fundada el año pasado por la misma institución y que responde al policial nombre de El Día E).

En apenas un mes, más de 57.000 visitantes han colaborado en la doble iniciativa que propone la página www.eldiae.es; por un lado, crear vocablos nuevos para un caprichoso ficcionario, y por otro, votar su palabra favorita en español. El criterio de los votantes (¿belleza, sonoridad, simbología, chovinismo?) no queda muy claro. "La gente está buscando todo tipo de palabras; las hay bonitas, graciosas y muchas que ya están en desuso. La idea es que participen y si puede ser para divertirse, mejor", explica Rufino Sánchez, director de cultura del Instituto Cervantes.

Pues bien, los resultados de las votaciones a la fecha en que se escribe este artículo parecen clamar la atención de algún sociolingüista. Las palabras arrebañar (2. tr. Recoger de un plato o vasija, para comerlos, los residuos de algo hasta apurarlo) y gamusino (1. m. Animal imaginario, cuyo nombre se usa para dar bromas a los cazadores novatos) ostentan, respectivamente, el primer y segundo puesto entre las favoritas. Y no es que se hayan reservado la exquisitez para sus invenciones léxicas, porque las ganadoras hasta el momento son majoni (derivado del adjetivo majo/a en grado superlativo) y cagatrochas (adjetivo que designa a alguien cobarde o miedoso).

Mientras algunos se tronchan con sus propuestas, otros se cabrean con los resultados de un concurso, en principio, inofensivo. "Las palabras elegidas me parecen un claro reflejo de la España del Chikilikuatre. Son palabras absurdas y sin contenido. Me hubiera gustado mucho más que fuera la primera cualquier otra como amapola, que es una flor preciosa y da el opio", dice Ajo, de profesión micropoetisa. Sin embargo, la intención de voto de muchos participantes parece estar más cerca del sketch que del verso. Sólo hay que pensar en el éxito del vocabulario albaceteño renovado por el programa de televisión Muchachada Nui. Uno de sus adjetivos predilectos, gambitero, aparece entre los cien primeros puestos. "A ver si va subiendo. Es una de mis palabras favoritas. Significa 'persona que sale mucho, que no para por casa'. Nosotros la recuperamos porque nos hacía mucha gracia y creo que a los demás también", dice Joaquín Reyes, director del programa.

"Una manera de manifestar nuestro sentido del humor es jugar con nuestra propia lengua", explica Francisco Aliaga, profesor del departamento de lengua española de la Universidad Complutense, muy interesado en los resultados definitivos de este sondeo a la hora de dirigir sus investigaciones sobre creación y uso de palabras nuevas en la calle. Pero ¿por qué se traen los hablantes este cachondeo? ¿Acaso el español es el Chiquito de la Calzada de las lenguas? "Habría que estudiar si es cierto que los españoles tenemos menos prejuicios con respecto a casi todo", aclara; "probablemente existe una actitud en los hispanohablantes basada en esa idea de 'como la lengua es mía, si quiero, la rompo', pero en todo caso no son propiedades intrínsecas del español, sino nuestras. Las lenguas se dejan hacer casi de todo".

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