Un libro electrónico en el metro de Barcelona.foto: CARMEN SECANELLA.fuente:elpais.comEditores franceses apuntan a Amazon como instigador de las inspecciones lanzadas ayer por la Comisión Europea
"No damos nombres de las editoriales ni de los países porque estamos solo en el arranque de la investigación. No acusamos a nadie y todavía no tenemos ninguna prueba", dijo Amelia Torres, portavoz de la cartera de la que es titular Joaquín Almunia. "La Comisión dispone de elementos que le permiten sospechar que las empresas concernidas han podido haber infringido las reglas de la Unión que prohíben las prácticas contra la competencia", anunciaba esta mañana la CE en un comunicado.
Francis Esménard, presidente de la editorial Albin Michel, declaró que la operación está "teledirigida" por Amazon, el gigante estadounidense de la venta de productos culturales por Internet. Esménard asegura que Amazon Francia tiene su sede en Luxemburgo "para no pagar IVA" y que les gustaría vender los libros "a cualquier precio, como hacen en EE UU, donde ofrecen títulos superventas a 9,90 dólares [unos siete euros]".
Esménard relató a 01net.com que 10 inspectores de Competencia desembarcaron "como vaqueros" pidiendo revisar ordenadores portátiles, teléfonos móviles y tabletas de nueve miembros de la dirección y de sus ayudantes. El editor puso una sala de reuniones a disposición de los inspectores. A las 16.20 horas solo los aparatos de tres de los nueve inspeccionados habían sido devueltos a sus usuarios habituales.
En Francia se debate una legislación que permitiría a los editores imponer sus tarifas en formato digital, incluyendo a las webs que, aunque operen en el extranjero, comercialicen obras en ese país. Dicha normativa no sería compatible con las leyes de la UE sobre competencia.
A finales de los ochenta la CE aceptó que cada editor fijaran el precio de sus libros con la condición de que ello no afectara a los intercambios comerciales entre países miembros. Los libros electrónicos, sin embargo, no existían en aquella época, por lo que pactar las tarifas en este tipo de soporte podría suponer un atentado contra las leyes de la competencia y resultar en costosas multas para los infractores.
Desde la FGEE, su director ejecutivo, Antonio María Ávila, relaciona esta inspección con el pulso que desde hace meses libran Amazon y los editores franceses. Estos últimos pretender determinar a qué precio vende el portal (a todo el mundo) los libros editados en Francia. Ávila recuerda que en España la legislación nacional ya contempla que cada editorial pueda establecer un precio fijo para sus ediciones, siempre que este se circunscriba al mercado nacional.
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