La fundación de Iria conserva todos los manuscritos, 95.000 cartas y 529 pinturas
En total son 58 textos originales: 14 novelas y cuatro novelas cortas, ocho libros de viajes, dos poemarios, un romancero de ciego, 12 cuentos, fábulas y otros textos breves, dos memorias, 50 archivadores de artículos, tres obras de teatro, tres adaptaciones y el Diccionario Secreto al completo.
Pero en el legado que dejó Cela a Galicia, y que ahora el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha propuesto a la viuda del escritor, Marina Castaño, trasladar a la Cidade da Cultura, hay también bastantes manuscritos de otros autores. En la sede de la fundación en Iria Flavia están, por ejemplo, seis obras teatrales de Jardiel Poncela, dos de Baroja, un ensayo de Jorge Guillén, un cuento de Aleixandre, poemas de Lorca, Alberti, Gerardo Diego, textos de Max Aub, Luis Rosales y González Ruano y una copia de La cueva de Meliso, Mago, atribuida a Quevedo.
No obstante, a los manuscritos, a los 42.700 libros de Cela y los 19.000 que llegaron después (procedentes de los legados de José García Nieto, José María Sánchez Silva y Fernando Huarte Mortón), hay que sumar otra partida valiosísima: el epistolario. La Fundación ha conseguido clasificar "unas 95.000 cartas" de "aproximadamente 12.960 autores de talla". La mayoría son consecuencia del intenso intercambio de misivas entre Cela y personajes como Américo Castro (300 cartas), Aleixandre (100), Alberti (80), María Zambrano (70) o Luis Cernuda (60). Pero en los inmuebles que fue comprando la fundación frente a la colegiata de Iria y la tumba del escritor, también se conservan las 5.000 epístolas del legado de García Nieto (con una de Juan Ramón Jiménez y otra de José Zorrilla) o las 225 del dibujante granadino Eduardo Correa.
La hemeroteca guarda 48.300 ejemplares de 1.200 revistas y periódicos. Cincuenta y tres son publicaciones del siglo XIX. Y la pinacoteca, con sus 529 obras originales, es una de las más amplias de Galicia. Hay 12 picassos, siete mirós, ocho zabaletas, seis ulbrichts, otras pinturas de Viola, Guinovart, Úrculo, Pedro Bueno o Luis Caruncho y dibujos de Benjamín Palencia, Eduardo Vicente o Lorenzo Goñi. En la sede padronesa también hay esculturas, y 21 cuadros pintados por el propio Cela.
Uno de los lienzos de Miró está en el baño personal del Nobel de 1989, y dos tablas medievales se encuentran colgadas sobre un radiador porque el escritor lo quiso así. Ex trabajadores de la fundación denunciaban en septiembre que las condiciones de conservación de estas piezas eran preocupantes, y revelaban la peculiar solución técnica que ideó el ahora recién dimitido gerente, Tomás Cavanna, para evitar que la humedad de las paredes devorase los cuadros: forrar con plástico el reverso, con lo que las telas no transpiraban. Todo este patrimonio entregado por Cela a su tierra (y que ningún heredero puede reclamar) ronda los 12 millones de euros, pero en la trastienda de la fundación, según estos ex trabajadores, todavía permanecen hacinados y sin inventariar numerosos bienes.
SILVIA R. PONTEVEDRA
fuente: elpais.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario