21.2.12

Selznick: "Yo crecí en una familia feliz, pero maté a varios padres en mis libros"

Habla el autor del libro en el que se basó Martin Scorsese para Hugo, nominada a 11 Oscar
Hugo Cabret, el chico huérfano que intenta hacer funcionar un autómata, único legado de su padre. foto.fuente:Revista Ñ

El chico corre por la entrada de la estación, entre columnas de hierro, vapor y vidrio. Dé vuelta la página: entra en la boca de un túnel cuadrado. Dé vuelta nuevamente la página, y verá, en primer plano, que su brazo se extiende hacia una reja de hierro ornamentada en la pared; y luego, ve su bota, con agujeros en la suela, que desaparece en los pasillos.

Esta secuencia de apertura del best seller La Invención de Hugo Cabret , del ilustrador y autor de libros para niños, Brian Selznick, se desenrolla como una película. El libro es la inspiración para Hugo , la magnífica película de Martin Scorsese que está nominada a 11 Premios Oscar. Y el libro se trata, entre otras cosas, del cine: la maravilla de las películas mudas en general, y el trabajo de ese genio de los inicios del cine francés, Georges Melies, en particular.

La historia es la de un niño huérfano que vive en los recovecos de la estación de Montparnasse a principios de los 30, donde mantiene los relojes en funcionamiento. El mayor amor y razón de ser del chico es un misterioso autómata, el único legado de su padre, que murió en un incendio en un museo. Los intentos por reparar la máquina lo conducen a otra huérfana, Isabelle, que vive al cuidado de un anciano que tiene la juguetería de la estación, donde Hugo roba piezas mecánicas. El autómata termina delatando al viejo como el gran director de películas Georges Melies, quien en su desesperación, destruyó casi todos los rastros de su trabajo, luego de los ataques de la Primera Guerra Mundial.

En la realidad, Melies hizo lo mismo: lo encontraron trabajando en una juguetería de Montparnasse y sus películas fueron restauradas como tesoros del cine mudo.

Lo de Selznick, ahora, es cine 3D. A su juicio, en la película, "todo está mejorado. Los movimientos de la cámara se basan en mis dibujos, pero más grandiosos y más operativos". Las secuencias son una recreación exacta de lo que dibujó Selznick puesto en movimiento "y profundizado en espacio, convertido en escultural" dice el ilustrador.

Brian Selznick, que hoy tiene 45 años, nació en Nueva Jersey y hoy vive entre Brooklyn, costa este de Estados Unidos, y San Diego, en la costa del Pacífico; su abuelo era primo de David O. Selznick, el productor del King Kong original y de Lo que el viento se llevó .

Pero lo de Brian es con el lápiz: "Trabajo en escala muy pequeña con un lápiz HB", explica, "muchas veces utilizo una lupa. Parte de lo que intenté con Hugo era obtener el tono de blanco y negro de las primeras películas francesas, la riqueza de las texturas de los comienzos del cine".

Selznick dice "hacer a Hugo", más que "escribir" o "dibujar": hay algo predigital acerca del libro en sí mismo, más allá de la narrativa y la ambientación. Ni La Invención de Hugo Cabret , ni Wonderstruck –su nuevo libro– se convertirán en libros electrónicos, insiste. "La gente usa las computadoras más y más, lo que borra la mano del artista, y yo quise que se viera la mano del artista... Estoy interesado en el acto de dar vuelta una página, contar una historia moviéndome hacia adelante físicamente. En los libros de imágenes, uno da vuelta la página al ritmo que quiere, se convierte en la fuerza impulsora detrás de la narrativa." Y Selznick agrega: "También quise recrear la experiencia de una película en el dar vuelta las páginas, para reflejar en ese dar vuelta la página lo que Hitchcock y Truffaut hacían con sus cámaras." Después de todo, "algunos de los mejores libros son acerca de libros, y algunas de las mejores películas son acerca de películas". Con Hugo, tenemos un movimiento perpetuo de correspondencia entre ambos: "Un libro que celebra a las películas, y ahora una película que celebra a los libros." La elección del período también es didáctica: "En términos de cultura popular, quería ubicar mis historias en un mundo donde no hubiera celulares pero que me permitiera tratar temas vigentes para los chicos de hoy." De esos temas, ninguno tan caro a la literatura infantil como la orfandad. Hugo e Isabelle en La invención de Hugo Cabret , y Ben en Wonderstruck son todos huérfanos, mientras que Rose en Wonderstruck , es rechazada por ambos padres.

"Es gracioso", relata Selznick, "yo crecí en una familia feliz con padres cariñosos, pero maté a un montón de padres en estos libros. El huérfano en la literatura infantil", argumenta, "le permite al niño protagonista hacer avanzar la historia por sí mismo. Se trata de encontrar tu lugar en el mundo. Se trata de la importancia de construir tu propia familia. Es lo que hace Hugo, para lograr un perfecto final feliz." Interrogado por una revista estadounidense acerca de la experiencia de que su libro fuera adaptado por Scorsese y se transformara en un éxito enorme, Selznick respondió "Es tan excitante. Quiero decir, Scorsese es el mejor, y cuando fui al estudio de filmación, todos tenían una copia del libro. Scorsese siempre tenía algunos a mano, para poder dárselos a la gente y que pudieran comprender lo que él quería." Dante Ferretti, el diseñador de producción le dijo a Selznick: "Simplemente hice todo lo que usted dibujó."

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