1.2.11

La mala fama de los espías españoles

"Los agentes sirven a un organismo público que se encarga de conseguir información. Al extracto de esa información que se suministra al jefe de estado que tomará la decisión final se le llama 'inteligencia"

El escritor Fernando Martínez Laínez en el encuentro de Getafe Negro, el pasado octubre. foto:Roberto Cardenas.fuente:elmundo.es

Los espías españoles no revientan puertas, como James Bond. ¿Y por qué no? Pues porque no lo necesitan. No es que sean más educados que el educadísimo agente secreto que luchará eternamente contra el Doctor No, es que los espías, en España, "se compran y se venden, y están dentro del despacho, por eso no tienen por qué reventar la puerta". El que habla es Eduardo Martín de Pozuelo, coautor de 'Sin cobertura', una novela de espías centrada en la participación española en la guerra de Irak.

De hecho, un 80% de la información que recoge hoy el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) "proviene de fuentes abiertas", dice José Luis Caballero, autor de 'El espía imperfecto', la historia de un agente de inteligencia español que intenta proteger a un etarra que está a punto de traicionar a su grupo. ¿Y qué son las fuentes abiertas? "Correos electrónicos, internet, trabajo que puede hacerse desde la oficina", aclara Caballero, que dice que debe diferenciarse "entre agente y espía".

"Los agentes sirven a un organismo público que se encarga de conseguir información. Al extracto de esa información que se suministra al jefe de estado que tomará la decisión final se le llama 'inteligencia'. Por eso son agentes de inteligencia. Y ellos son quienes contratan espías para conseguir esa información", explica Caballero, que dice no ser uno de ellos. Agente, no espía. Porque entorno a los escritores de este tipo de novela siempre corren los rumores. "Lo que sí puedo decir es que he conocido a algunos y que todos tienen una ética muy particular, que no se corresponde con la nuestra. Para empezar, ellos dicen mentiras. Engañan si con eso consiguen algo", dice el escritor.

Pero, como el resto de mortales, están sometidos a una burocracia infinita. "Lo que mucha gente no sabe es que los servicios de inteligencia son instituciones muy burocráticas, y que tienes que pasar por muchos despachos hasta que algo se pone en marcha", dice , un 'thriller' en que arranca con un terremoto en Granada y que, como particularidad, incluye un departamento "inventado" para el que se contratan agentes asesinos. "Le Carré es el que mejor lo ha hecho en ese sentido. En sus novelas, los héroes acaban generalmente malparados por culpa de la burocracia, que siempre está conectada con el poder político", dice Lainez.

En cualquier caso, como apunta el periodista Jose Luis Ibáñez en la primera de las charlas que tienen lugar en la sexta edición de BCNegra, el encuentro de amantes del género policíaco que tiene lugar en Barcelona durante esta semana, "España no reivindica a sus espías". "Lo que pasa es que de los servicios secretos sólo trascienden los fracasos", aclara Eduardo Martín de Pozuelo. "Cuanto mejor es el servicio secreto menos se sabe de él", añade Martín de Pozuelo. ¿Y qué hay de Wikileaks? "Wikileaks está publicando información de actas que no son tan secretas como parece", dice Martín de Pozuelo.

Lo que le extraña a Martínez Lainez es que la existencia de ETA en España no haya dado lugar a un subgénero literario. "Es la organización terrorista más antigua de Europa y apenas tenemos novelas que hablen de su relación con los servicios secretos, de agentes infiltrados y demás", dice el escritor. ¿Existen amenazas de la banda terrorista a los escritores? Caballero, que ha escrito sobre el tema, asegura no haber recibido ninguna. Lo que dice al respecto es que el CNI "no cree que ETA vaya a desaparecer".

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