El Instituto Cervantes y la Fundación Juan March inauguran una exposición virtual sobre el universo literario de Cortázar. Libros dedicados, firmados, anotados y un costado íntimo y desconocido de uno de los autores más importantes de la historia de la literatura argentina.
LOS ELEGIDOS DE CORTAZAR. Breton, Cocteau y Borges, reflejan los gustos dísimiles del autor de Rayuela. (Instituto Cervantes)Los libros de Cortázar, permite adentrarse por primera vez en la biblioteca del autor de Rayuela, y conocer, a través del testimonio de sus libros, su universo lector. Coordinada por Jesús Marchamalo, la muestra puede visitarse desde esta semana en la página web del Centro Virtual Cervantes http://cvc.cervantes.es/literatura/libros_cortazar//.
Aurora Bernárdez, viuda y legataria universal de Julio Cortázar, donó en 1993 a la Fundación Juan March la biblioteca personal del escritor. Algo más de cuatro mil volúmenes, muchos de ellos dedicados o anotados, que tenía en su casa de París: literatura del siglo XX, libros de arte, antiguas ediciones de clásicos castellanos; libros de poesía en inglés o francés, diccionarios.
Dividida en cinco epígrafes -libros firmados, dedicados, anotados, con objetos y formatos curiosos-, la muestra se detiene en un centenar de obras, seleccionadas por su singularidad. Hay libros dedicados por Octavio Paz, José Lezama Lima, Pablo Neruda, Alejandra Pizarnik, muchos de ellos mostrados por primera vez; así como dedicatorias de María Zambrano, Rafael Alberti, Augusto Monterroso, Italo Calvino, Virgilio Piñera, entre otros muchos autores con los que Cortázar tuvo relación, según informó la agencia Europa-Press.
También pueden verse libros con anotaciones manuscritas, a lápiz, bolígrafo o rotulador -comentarios, preguntas-, que muestran la pasión con la que Julio Cortázar leía, y el diálogo que le gustaba establecer con los autores a través de sus libros.
Hay un apartado dedicado a las erratas, que el escritor corregía incansablemente, y sobre las que -en ocasiones- pedía explicaciones en los márgenes del libro a autores y a editores: "¿Por qué tantas erratas?", anota en su edición de Paradiso, de Lezama Lima.
La exposición virtual se interesa también por algunos libros de formatos curiosos, y por una selección de primeras ediciones de obras de Julio Cortázar publicadas tanto en español como en distintas lenguas.
Leer mas...
fuente Revista Ñ
Aurora Bernárdez, viuda y legataria universal de Julio Cortázar, donó en 1993 a la Fundación Juan March la biblioteca personal del escritor. Algo más de cuatro mil volúmenes, muchos de ellos dedicados o anotados, que tenía en su casa de París: literatura del siglo XX, libros de arte, antiguas ediciones de clásicos castellanos; libros de poesía en inglés o francés, diccionarios.
Dividida en cinco epígrafes -libros firmados, dedicados, anotados, con objetos y formatos curiosos-, la muestra se detiene en un centenar de obras, seleccionadas por su singularidad. Hay libros dedicados por Octavio Paz, José Lezama Lima, Pablo Neruda, Alejandra Pizarnik, muchos de ellos mostrados por primera vez; así como dedicatorias de María Zambrano, Rafael Alberti, Augusto Monterroso, Italo Calvino, Virgilio Piñera, entre otros muchos autores con los que Cortázar tuvo relación, según informó la agencia Europa-Press.
También pueden verse libros con anotaciones manuscritas, a lápiz, bolígrafo o rotulador -comentarios, preguntas-, que muestran la pasión con la que Julio Cortázar leía, y el diálogo que le gustaba establecer con los autores a través de sus libros.
Hay un apartado dedicado a las erratas, que el escritor corregía incansablemente, y sobre las que -en ocasiones- pedía explicaciones en los márgenes del libro a autores y a editores: "¿Por qué tantas erratas?", anota en su edición de Paradiso, de Lezama Lima.
La exposición virtual se interesa también por algunos libros de formatos curiosos, y por una selección de primeras ediciones de obras de Julio Cortázar publicadas tanto en español como en distintas lenguas.
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