MELISA RESTREPO MOLINA
A penas a un mes de la Feria de Frankfurt -la más afamada feria internacional del libro a nivel mundial-, y entre la de Viena y la de Montreal, inicia lo que podría convertirse en su contendor o en su complemento: una oda a la tecnología y al controvertido paso desde los linotipos de fundición metálica y la tinta impresa, a los mapas de bits en la pantalla de un dispositivo electrónico de lectura, o e-reader en la Primera Feria del Libro Digital en Madrid.
Según Bubok, empresa precursora y organizadora de la feria, y su socio e-Cultura, la industria editorial debe prepararse ante las fórmulas destinadas a ganar mayor terreno en los próximos años. Ya en junio pasado Jesús Badenes, director general de la División de Librerías de Planeta se pronunciaba sobre el libro digital y pronosticaba su primacía en el mercado español en menos de una veintena.
Un enfoque de mercado y a la vez informativo marcan la naturaleza de la feria que pretende mostrar los últimos avances, explorar los dispositivos de lectura y demás variables pioneras como la autoedición y la publicación de audiolibros on-line.
La feria divide sus actividades en tres: talleres para exponer casos exitosos de empresa digital; debates sobre el estado actual de la prensa virtual y oferta de productos que le permitan al público interactuar con los e-readers y las nuevas modalidades literarias. Y es que la literatura se ha visto transformada con la era digital y hoy día se habla de novelas por entregas, pero ya no en suplementos periódicos sino en algo semejante al chat, la red social Twitter.
De a 140 caracteres por envión, quienes no consiguen la atención de las editoriales van publicando sus obras por internet. Del cuento corto se ha pasado a los microrrelatos que no pueden sobrepasar la extensión de un mensaje de texto celular, y a programas nacionales de fomento a la lectura apoyados en video-chats, nuevas sedes de la tertulia literaria.
España ha sido pionera en implementar los nuevos formatos literarios. Enviando un mensaje de texto los clientes de Telefónica se suscriben al servicio de MMS para recibir microrrelatos del escritor español Juan José Millás todos los viernes, de a 0,50¿ por relato vía mensajería celular.
La Asociación de Universidades Populares de Extremadura (Aupex) convoca a concursos anuales de microrrelatos por SMS para incentivar la imaginación y creatividad de los ciudadanos. Y la Biblioteca Nacional, responsable de la conservación y difusión del patrimonio documental español, ha suscrito un acuerdo pionero en toda Europa para facilitar el acceso a su archivo con el servicio de 'impresión bajo demanda', que permite obtener ejemplares impresos de las obras ya digitalizadas y promocionadas en la librería virtual de Bubok.
El mundo del libro cambia y aun cuando aparezcan nuevos géneros como el ketai shosetsu, la novela japonesa hecha para el móvil -ahora publicada en papel impreso luego de recibir millones de lectores virtuales con ventas anuales de mil millones de yenes (7,7 millones de euros)-, no por ello se olvida al lector tradicional y entre los últimos inventos figuran máquinas como la Espresso Book Machine que debutó en la pasada Feria de Londres. Esta nueva 'impresora' permite elegir entre 500 mil títulos y encuaderna y entrega un ejemplar en cinco minutos.
Unir tecnología con tradición trae anécdotas: The New York Times reporta que la firma de libros ahora implica autografiar el respaldo de dispositivos electrónicos; por problemas de derechos de reproducción se vivió en junio la desaparición misteriosa de la obra de George Orwell de las bibliotecas virtuales del e-reader de amazon, el kindle, y resurge el ideal de una biblioteca universal con la digitalización de libros anunciada e iniciada por Google en 2004, cuentan entre muchas otras.
La Primera Feria digital del libro en Madrid promete reunirlas todas y responder a este momento de cambio en la empresa editorial y literaria, buscando contestar a las industrias de contenidos que se encuentran urgidas por encontrar un modelo de negocio viable que permita las descargas de libros en línea sin perjudicar a las editoriales, los autores y las fórmulas reprográficas tradicionales.
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