20.6.13

Sierra i Fabra: "Cuando la lectura enseña más que el estudio"

El escritor barcelonés clausura las jornadas de Lecciones y Maestros en Santander, dedicadas a la literatura infantil y juvenil

Jordi Sierra i Fabra. / Pablo Hojas./elpais.com

¿Se aprende más leyendo que estudiando? Sí. Es la respuesta de Jordi Sierra i Fabra. Esa ha sido su vivencia personal y su experiencia con los niños y los adolescentes en sus 40 años como escritor de literatura infantil y juvenil. Lo dice un lector precoz, un escritor prolífico con 400 libros publicados y más de diez millones de lectores y un gran fomentador de la lectura. Su mundo literario fue el visitado en la última jornada de Lecciones y Maestros sobre la literatura infantil y juvenil, realizada en Santander y organizada por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y la Fundación Santillana. Las dos sesiones anteriores estuvieron dedicadas a los escritores Joan Manuel Gisbert y María Isabel Molina.
Sierra i Fabra (Barcelona, 1947), autor de obras como Campos de fresas, Manicomio o El mundo de las ratas doradas, recordó que, tal vez, la clave de su éxito creativo con los menores está en que, para empezar, él no los subestima y los considera personas listas e inteligentes a quienes les interesan las historias en las que aprenden cosas al tiempo que se entretienen leyendo. Y considera que si el profesor o los adultos en sus casas no utilizaran los libros y la lectura como un castigo habría más lectores. Por eso recomienda que “el libro debe usarse en la formación pero no se debe confundir con las matemáticas, las ciencias u otras asignaturas”.
Lo importante es leer. Incluso esas novelas de moda. A Sierra i Fabra le da igual lo que lean los muchachos, no se opone a esos géneros populares o denostados por la crítica: “Las modas pasan”, asegura, “y los jóvenes ya tendrán tiempo de elegir sus verdaderas lecturas y saber lo que es bueno. Es preferible que lean algo a que no lean nada”.
Eso ha sido y eso es Sierra i Fabra. Unas pinceladas de su retrato las dio Basilio Baltasar, director de la Fundación Santillana, al presentar al escritor: “Cuando se recuerda, cuando habla de sí mismo, Sierra i Fabra menciona a un niño al que todo el mundo machacó y a un joven que nunca se rindió, confiando ciegamente en sí mismo. Sierra i Fabra, afirma que sigue siendo un crío con un apetito voraz por viajar, inventar historias, escribir hacer cosas… ‘sigo siendo el mismo burro de siempre: soñador, optimista, siempre sonriendo y de buen humor”.
El 4 es desde el año pasado el número que acompaña al escritor: hace 41 años publicó su primer libro; ha escrito más de 400 obras y ha ganado casi 40 premios literarios, entre ellos el Nacional de Literatura del Ministerio de Cultura. En 2004 creó la Fundació Jordi Sierra i Fabra, en Barcelona, y la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra, en Medellín (Colombia). Desde entonces se concede el premio que lleva su nombre a un joven escritor menor de 18 años. El año pasado inauguró el Centro Cultural de su Fundación en Barcelona.
Pero no solo de literatura está hecho Sierra i Fabra. Ha hecho una confesión que hermana dos artes: “Soy hijo del cine más que de los libros”. Le encanta el cine, antes iba casi a diario, y ha contribuido en su forma de escribir basada en imágenes. Por eso sus libros, reconoce, son como guiones de cine.
Y aunque sus historias han sido llevadas a la televisión y de otras ha vendido sus derechos al cine, solo hasta ahora se va a hacer la primera película. Estará basada en su libro Un poco de abril, algo de mayo, todo septiembre, que dirigirá David Menkes bajo el título de Por un puñado de besos.
Dos géneros, literatura y cine, atacados por la piratería en la Red. Es la situación más delicadas que él observa para el futuro de las manifestaciones artísticas.La situación es tal que ha creado con otros escritores la APE: Autores en peligro de extinción.

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