10.11.12

El escritor venezolano José Balza, uno de los grandes olvidados del Boom

En el llamado Boom latinoamericano no todos tuvieron la visibilidad de Vargas Llosa, García Márquez o Fuentes, también hubo grandísimos escritores de ese tiempo que no lograron la misma suerte editorial o que prefirieron vivir la literatura de otro modo, como el venezolano José Balza

El escritor venezolano José Balza, uno de los grandes olvidados del Boom./lainformacion.com

Un escritor imprescindible en la narrativa española, nacido en el delta del Orinoco, en 1939, poco conocido fuera de los círculos literarios, premio nacional de literatura en su país, y con una obra narrativa y como ensayista que le hacen para muchos ser merecedor del premio Cervantes.
José Balza ha venido a España para participar en el congreso internacional "El canon del boom", que se celebra con motivo de los 50 años de la publicación de "La ciudad y los perros", de Vargas Llosa.
Un congreso que concluye el día 10 y que ha sido organizado por la cátedra Vargas Llosa, que dirige Juan José Armas Marcelo, quien junto con el propio premio nobel peruano ha mostrado en público su deseo de reivindicar la figura de Balza como miembro de ese fenómeno de la novela latinoamericana que se produjo en los años 60, junto con otros olvidados, como Jorge Ibargüengoitia o Adriano González León.
Pero la visita de Balza a España también coincide con la publicación de un volumen de 500 páginas con una selección de sus cuentos, en la editorial Paréntesis, con un extenso prólogo del autor granadino Ernesto Pérez Zúñiga, un escritor que participa también en el congreso, al que Balza le ha dedicado un ensayo y cuyo nombre forma parte de la ponencia que el escritor da hoy en Valladolid con el título "Antes, durante y después: Meneses, Onetti, Pitol y Pérez Zúñiga".
Balza, de quien Julio Cortázar dijo que su prosa era "una experiencia a la vez honda y fascinante", explica en una entrevista con Efe que el "boom" fue para él como un río al que se adentró "como un buzo en aguas fascinantes, pero desconocidas".
"Porque Borges, Onetti, Guillermo Meseses o Sucre -los predecesores- eran aguas conocidas, pero luego esa resonancia que hubo con Vargas Llosa, Cortázar, Fuentes...los libros que nos llegaban de Seix Barral... fue fascinante", dice.
Pero Balza, cuyo primer libro "Marzo anterior" era de 1965, no tuvo esa visibilidad comercial fuera de Latinoamérica, no sabe a qué se debió esto. "Pudo tener que ver la actitud personal de cada escritor; en mi caso, no sé, puede ser un sentimiento que siempre he tenido, no de apartamiento, ni de soledad, pero es como si la literatura estuviera en otra parte, y yo me asomase a ella como si no fuera yo, de otra manera, desde otra orilla", argumenta.
El autor de "Percusión", su título cumbre, dentro de una obra tan prolífica entre novelas, cuentos y ensayos de más de sesenta títulos, cree que otro olvidado es Sergio Pitol, "quien convierte hasta lo más degradante en obra de arte y un viajero por el mundo entero recuperando lenguas insólitas, hasta rusas".
Profundo admirador de Cortázar y Octavio Paz, la obra de Balza -sus "ejercicios narrativos"-, que está enmarcada en la naturaleza y el río que le vieron nacer, se mueve principalmente por su preocupación por la condición humana.
"Tengo una gran curiosidad por los seres, soy como un vampiro, atento a todo lo que veo vivir, y lo que me gusta es que mucha gente no se da cuenta de lo que vive, del conflicto en el que vive", argumenta.
En el prólogo del libro de cuentos, Pérez Zúñiga dice que "leer a Balza es una experiencia plena. No leerlo es perder".
Zúñiga asegura que Balza destaca por un número de cualidades raras en un mismo escritor: "La impecable factura y sensualidad de su lenguaje, la variada invención, la sutileza de pensamiento, la capacidad de amalgamar jugando estructuras y tramas, de proponer ritmos e inquietudes que vienen de la experiencia, de los sueños o de otra dimensión que está en algún lugar invisible de la realidad..."
Balza dice que hoy en el terreno del ensayo queda mucho por hacer, más que en la novela y la poesía. Y que a él concretamente en el género del ensayo le queda mucho por hacer, porque tiene muchas deudas pendientes con el pasado de América y con la actualidad.

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