12.7.11

Las lenguas en constante movimiento, como el español, gozan de buena salud

"las maneras peculiares de hablar español que tienen diversas comunidades, que pueden variar no sólo entre países, sino incluso en una misma ciudad, porque no existe una sola forma de utilizar el idioma"
foto:archivo.fuente:lainformación.com
El poeta y académico mexicano Vicente Quirarte, que hoy imparte una conferencia en Casa América Cataluña sobre "Los argots urbanos en Latinoamérica", considera que "el español goza de buena salud, como todas las lenguas que están en constante movimiento".

En su conferencia, Quirarte ha abordado "las maneras peculiares de hablar español que tienen diversas comunidades, que pueden variar no sólo entre países, sino incluso en una misma ciudad, porque no existe una sola forma de utilizar el idioma", ha explicado en una entrevista concedida a Efe.

Tan jerga es el español que utiliza un abogado, como el de un albañil o de un crítico literario: "La lengua es una iniciación, y sus equívocos y sus ambigüedades, también".

En México, recuerda el académico, el español fue encontrando su propia identidad con respecto al español de la metrópoli, sobre todo en la expresión literaria, desde el momento de la independencia, cuando los rebeldes comienzan a acuñar sus propias palabras.

Ese proceso continuó en el romanticismo, cuando se produjo una necesidad de fijar los cuadros de costumbres.

Quirarte ve con "fascinación" ese proceso de diferenciación de la lengua que ha llevado a que "palabras que resultan inocentes en México, puedan ser ofensivas en Argentina".

Para Quirarte, también poeta, "el doble sentido por excelencia es la propia poesía, el reino del equívoco, que brinda la posibilidad de que una sola realidad pueda ser transformada a través de distintas formas".

Sobre la polémica surgida a raíz del nuevo diccionario académico del español, Quirarte puntualiza que "las academias de la lengua ni admiten, ni prohíben, sino que están para estudiar el lenguaje en su constante evolución".

La nueva ortografía, continúa, "no eliminó nada, simplemente simplificó y estableció unas normas más precisas", pero, en cualquier caso, "los hablantes, y no la Academia, son los que tienen la última palabra, generan el uso y van creando la norma".

En relación a casos ortográficos concretos, Quirarte comenta: "desde México pensamos que está bien que se hayan eliminado muchos acentos como los de pronombres como 'este' o 'aquel', pero no nos parece bien en el caso del adverbio 'solo'".

A modo de propuesta, el autor mexicano cree que "igual que se celebra la aparición de una nueva estrella, se debería celebrar la aparición de una nueva palabra".

Como mexicano, celebra que el nuevo diccionario incorporara la palabra "cantinflear", referida a aquel que habla mucho y no dice nada, por analogía al popular cómico de la época dorada del cine mexicano.

El uso de anglicismos es seguramente el peor riesgo que el español tiene, de manera especial en México, que convive al norte con Estados Unidos, si bien, advierte, "siempre ha habido una tendencia en el español a mantener el uso de palabras que no necesitan de otra extranjera".

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