25.7.11

La consistencia de los sueños de Saramago

Mil 600 piezas evocan al autor portugués fallecido en 2010
Imagen de la exhibición, presentada por primera vez en Lanzarote, en noviembre de 2007. Ahora se expone en San Ildefonso.México.foto.fuente:eluniversal.com.mx.

Durante su infancia, José Saramago le escuchaba decir a su abuela Josefa una frase: "Los sueños no tienen firmeza y no hay que embarcarse en ellos".

La vida de sus abuelos era extremadamente dura, en la que no cabía la posibilidad de soñar.

Sus circunstancias y la de su familia no eran distintas, sin dinero, sin estudios universitarios, con un perfil destinado a todo, menos a convertirse en una figura imprescindible de la literatura, Saramago aprendió que cuando el tesón y el trabajo se lían para convertirse en una orientación de vida, sí es posible que los sueños se materialicen.

La consistencia de los sueños es el título de la exposición dedicada al Premio Nobel de Literatura 1998, en la que se muestran mil 600 piezas entre obra inédita, textos originales, fotografías, videos, cartas, muebles y objetos personales que reconstruyen el mundo íntimo del autor de La caverna, su pensamiento crítico y su compromiso social.

"En esta exposición convive el escritor con el ciudadano que interviene y que asume su responsabilidad, participando en la colectividad. Está el intelectual que reinvindica, como una condición humana fundamental, tener convicciones y pensar, pensar para crecer, para seguir trabajando. Está el escritor que asumió no medir las consecuencias de sus opiniones y que creía que la obligación estaba con su consciencia. Su extraordinaria personalidad merecía una exposición, pero también la merecía el perfil singular de su biografía", explicó en conferencia para los medios de comunicación Fernando Gómez Aguilera, quien es el autor de La consistencia de los sueños, biografía cronológica de José Saramago y además curador de la muestra.

Todo sobre el autor

La muestra se presentó por primera vez en 2007, en la Fundación César Manrique en la isla de Lanzarote, España; luego viajó a Lisboa, Portugal y Sao Paulo, Brasil. Y a partir de hoy se exhibe en el Antiguo Colegio de San Ildefonso. Además, hoy a las 11:00 horas, habrá una charla con Pilar del Río, y en la semana varias actividades en torno a la vida y obra del autor.

Dispuesta en 644.50 m2, la exhibición inicia con una presentación cronológica de todas sus novelas, libros de crónicas periodísticas, libros de cuentos, obras de teatro y publicaciones de poesía, apoyados en los manuscritos y mecanoscritos correspondientes, cuadernos de notas, materiales preparotorios y reportajes o entrevistas aparecidas en prensa.

La intención del curador no sólo fue mostrar los documentos, sino también el proceso de escritura, todo con el fin de "comprender mejor al escritor y al ciudadano".

Entre los objetos se encuentran sus agendas, una de ellas de 1986, en cuya página del 14 de junio está una hoja seca y el nombre de Pilar del Río, fecha en que la conoció y a quien desposó dos años después. Así como la medalla que le fue entregada durante la ceremonia del Nobel, en Suecia.

Durante el recorrido por la muestra, Pilar del Río aprovechó para contemplar nuevamente las imágenes de la vida del hombre con quien no sólo compartió más de 20 años de relación amorosa, sino también un trabajo profesional.

Se detuvo en la sala dedicada al Nobel, ahí se observa una fotografía en la que ambos duermen tras uno de los días más agitados de sus vidas.

"Está también la portada del periódico más importante de Suecia, al día siguiente de la ceremonia", dice sonriente. La imagen principal del rotativo es de ella, moviendo con la mano su vestido rojo.

Los hallazgos

De acuerdo con Gomez Aguilera, después de la investigación de sus archivos, varios de ellos en exhibición, se encontraron tres novelas inconclusas, algunas de ellas con más 100 páginas escritas, realizadas alrededor de los años 50.

"La obra inicial de Saramago es importante desde el punto de vista histórico y filológico, por ejemplo un grupo de poemas que escribió en 1945, cuando tenía 23 años, que significan quizá su primer acercamiento a la literatura. Si alguien tiene la paciencia de leerlos, verá cómo en esa obra se observan las preocupaciones políticas que luego desarrolló, así como su vinculación a los ambientes hostiles de la ciudad, y que luego lo condicionaron para que su voz fuera la voz de los que no la tienen", dijo el curador.

José bajo el olivo

"Las cenizas de Saramago fueron depositadas bajo un olivo que se transplantó de su aldea, el 18 de junio, a un año de su muerte, frente a un río en Lisboa, delante de lo que va a ser la sede de su fundación, un edificio del siglo XV que está siendo restaurado.

"Primero están las cenizas, luego el libro Palabras para Saramago, en el que se reúnen los artículos publicados al día siguiente que murió. Casi 100 páginas corresponden a México y al final la tierra de Lanzarote, porque la tierra era muy importante".

Así explicó Del Río el último lugar de Saramago en la tierra.

Su viuda también recordó que tan sólo cuatro días antes de morir, en una cena por su aniversario de bodas, varios amigos hablaban de la crisis económica. Saramago los interrumpió y dijo: "¿De qué crisis hablan? Es mentira que haya una crisis económica, lo que estamos viviendo es una crisis moral". Todos, dijo Del Río, quedaron perpejlos. "Así era José".

2 comentarios:

Teófilo Huerta dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Teófilo Huerta dijo...

También hay que ver el otro aspecto de Saramago: http://saramagoplagiario.blogspot.com