Foto: Tomada de Internet
María Luisa Elío frecuentaba con su esposo la casa de Gabo.
La española, a quien Gabriel García Márquez dedicó -al igual que a su esposo Jomi García Ascot- su obra maestra, murió en Ciudad de México, donde residía.
Su muerte ocurrió el pasado 17 de julio y prácticamente pasó inadvertida. La edición digital del diario El Universal pegó la noticia al titular de la muerte de la poeta uruguaya Ulalume González de León y el diario Excelsior hizo un pequeño registro.
Solo el pasado viernes, la edición impresa de El Universal, en un amplio artículo firmado por su colaborador Javier García-Galiano, resaltó su nombre: "María Luisa Elío era como un oráculo hospitalario al que se acudía sin saberlo. Su conversación solía importar revelaciones certeras y asombrosas hechas de iluminaciones naturales y de una ironía afectuosa...".
Ella fue la primera persona a quien cautivó Cien años de soledad, aún sin leerla, cuando en una cena en septiembre de 1965, en casa del también escritor colombiano Álvaro Mutis, en Ciudad de México, García Márquez contó la novela que escribía.
Elío recordó el episodio para la revista Cambio en el 2002. "... Era una cosa desmedida, gigantesca, alucinada. Yo era muy bruja de joven, atinaba siempre en todo. En ese momento, mientras lo oía hablar, le dije: 'si escribes eso el mundo no va a volver a ser el mismo. Si escribes eso es como si volvieras a escribir la Biblia'. Gabo me preguntó: '¿Te gusta el libro?'. Dije: 'Me maravilla'. Y él contestó: 'Pues es tuyo' ".
Desde entonces, ella y su esposo, que hacían parte del grupo de amigos que llegaban por las tardes y noches a la casa de Gabo, en el sur de Ciudad de México, con mercados porque el dinero se les había acabado, se convirtieron en cómplices de Cien años de soledad, aunque García Márquez ha reconocido que inventaba versiones por superstición.
El propio premio Nobel escribió sobre el particular para Cambio en el 2001, en una nota titulada 'La novela detrás de la novela': "... María Luisa Elío, con sus vértigos clarividentes, y Jomi García Ascot, su esposo, paralizado por su estupor poético, escuchaban mis relatos improvisados como señales cifradas de la Divina Providencia. Así que nunca tuve dudas, desde sus primeras visitas, para dedicarles el libro.
Además, muy pronto me di cuenta de que las reacciones y el entusiasmo de todos me iluminaban los desfiladeros de mi novela real".
María Luisa llegó exiliada a México en 1940, a los 11 años, tras una estadía en París. Su padre era juez en Pamplona y estuvo arrestado. En México estudió teatro y fue integrante del grupo Poesía en Voz Alta.
Fue agente literaria, escribió cuentos y poesías para diferentes publicaciones. Hizo el guión y actuó en la película de ficción 'El balcón vacío', dirigida por su esposo, en 1961. Y publicó en 1988 'Tiempo de llorar', novela cuyo argumento es la experiencia de la mujer tras la Guerra Civil española.
Con la partida de María Luisa Elío se va el último integrante del matrimonio homenajeado con una de las dedicatorias más leída en la historia de la lengua castellana (Jomi murió en 1986).
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